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5 Cabernet Franc para conocerlo a fondo

Todos los 4 de diciembre se celebra en el mundo el día de esta variedad de uva tinta que irrumpió hace relativamente poco en la escena vitivinícola local, a pesar de estar plantada hace un siglo, se puso de moda gracias a un vino Single Vineyard de alto impacto, y se puede decir que sigue estando de moda en la Argentina.

En cuanto a variedades de refiere, el podio nacional está ampliamente dominado por el Malbec y está muy bien que así sea. No solo porque es la variedad más plantada (con 46.491 hectáreas; 22,9% del viñedo total) sino porque es la referencia que eligió la Argentina para mostrar sus mejores paisajes en las botellas y poder desafiar a los grandes vinos del mundo, de igual a igual. Y, a decir por los resultados (vinos), se está logrando el objetivo, más allá de haber logrado algo tan importante como que un país se asocie a un cepaje. Algo que ningún otro productor vitivinícola se puede arrojar, más allá del origen de las uvas. El Cabernet Sauvignon, con sus más de 13.000 hectáreas, ocupa el tercer lugar en el ranking de superficies plantadas con variedades viníferas tintas, detrás del querido Bonarda. Y sorprendentemente, el Cabernet Franc con sus apenas 1500 hectáreas, acapara mucho la atención, más que todas las otras tintas. Esto explica que sea de las pocas con variación positiva en cuanto a cantidad de hectáreas plantadas. La única explicación a este fenómeno tiene nombre y apellido, Alejando Vigil y sus Gran Enemigo. Ya que él apostó desde 2008, pero caso diez años después, con su Single Vineyard Gualtallary 2013, logró lo que ningún otro vino había podido lograr antes, incluso ningún Malbec; los ansiados “100 puntos Parker”.

El Cabernet Franc es uno de los cepajes nobles oriundos de Burdeos, como el afamado Cabernet Sauvignon; el rey de las uvas tintas. El subestimado Merlot, protagonista del segundo vino más caro del mundo. Y el Malbec, el cepaje más importante de la Argentina. En Burdeos constan registros de su existencia que se remontan a finales del siglo XVIII, pero también fue plantado en el Valle del Loira antes de esa época. Se cree que el Cabernet Franc se estableció en la región de Libournais, en el suroeste de Francia, en algún momento del siglo XVII, y que fue el cardenal Richelieu quién transportó esquejes de vid desde el Valle del Loira. Esas vides estaban plantadas en la Abadía de Bourgueil, bajo el cuidado de un abad llamado Breton, cuyo nombre se asoció con la uva. Más tarde, en el siglo XVIII, se encontraron plantaciones de Cabernet Franc (también conocido como Bouchet) en las zonas de Fronsac, Pomerol y Saint Emilion para producir vinos de calidad. Pero a medida que el Cabernet Sauvignon se hizo más popular en los siglos XVIII y XIX, se observó la estrecha similitud de las dos uvas con teorías sobre el alcance de su relación. Pero en1997 surgió una evidencia de ADN que demostró que el Cabernet Franc se había cruzado con el Sauvignon Blanc para producir Cabernet Sauvignon. Actualmente, Cabernet Franc es una de las principales variedades de uva tinta del mundo, aunque se emplea principalmente para mezclar con Cabernet Sauvignon y Merlot en los blends tipo Burdeos, pero también se puede encontrar solo como en los vinos de Chinon del Loira. Este Cabernet suele ser más ligero que el Sauvignon, lo que lo convierte en un vino tinto que otorga aromas expresivos con notas herbales y un paso por boca vivaz y vibrante por sus texturas incipientes.

En la Argentina ya hay casi 1500 hectáreas plantadas, y la mayoría de ellas en Mendoza. Sin dudas, junto con el Malbec, es una de las tintas más elegidas en los nuevos viñedos, ya que es una variedad que se adapta muy bien a diferentes zonas y puede reflejar el carácter de cada lugar de manera elocuente, siempre con su carácter herbal en primera plana. Para los hacedores la clave está en el punto justo de cosecha para lograr tintos frescos, de buen cuerpo y con taninos incipientes que se fundan con los del roble durante la crianza para aportar más equilibrio y longevidad. Más allá que muchos prefieran elaborarlo en vasijas de concreto para resaltar sus texturas vivaces.

Si bien existe desde siempre, ya que era una de las uvas “francesas” plantadas en los viñedos (también conocida como Bouchet), fue empleada más en vinos de corte que en varietales, salvo recordadas excepciones, como el Benegas Lynch Finca Libertad, el Angélica Zapata Cabernet Franc, el Pulenta Gran Cabernet Franc y el Henry de Lagarde, todos llegados al mercado a principios del milenio. Pero cabe destacar que fue Alejandro Vigil el enólogo que lo catapultó a la fama a partir de sus Gran Enemigo Single Vineyard, alcanzando los 100 puntos por la prestigiosa publicación de Robert Parker Jr., con su exponente de Gualtallary de la cosecha 2013. Desde entonces se desató una fiebre entre los productores por el Cabernet Franc que fue muy bien recibida por el consumidor.

¿Por qué una variedad que se puso de moda, se mantiene vigente? Esta pregunta tiene varias respuestas. Quizás el Cabernet Franc ha sido una de las variedades más destacadas y que el consumidor identificó muy rápidamente, más allá que Argentina ha demostrado que lo produce y muy bien. Su expresión inconfundible y frescura, no solo es fácil de reconocer, sino que ofrece tintos refrescantes, algo cada vez más buscado. Por su parte, para muchos de los productores hay tantos vinos como zonas, miradas y consumidores. El vino es una diversidad de estilos, expresiones y consumidores conviviendo, y esa es la fuerza contra la que ninguna otra bebida puede competir. Esto ha generado el interés en otros varietales que se están desarrollando con niveles de calidad “world class”, como ejemplo el Cabernet Franc. Los expertos opinan que el Cabernet Franc tomó un lugar de protagonismo en la escena del vino argentino, sobre todo en mercado local. Y si bien es una cepa que el consumidor local parece haber descubierto hace poco, está plantada hace muchos años.

Vínicamente hablando, es una variedad que se luce con varios métodos de elaboración, estilos y segmentaciones. Pero que ya ha logrado conquistar a nuevos consumidores resultando ser un producto atractivo para diferentes ocasiones. Un estilo de vino con fuerte y sostenido crecimiento. Carácter, frescura, elegancia y vivacidad son algunos de los patrones que contribuyen a su elección.

Lejos de pretender ser el sucesor del Malbec, el Cabernet Franc ha asomado en los últimos años con mucho ímpetu. Los primeros llegaron de la mano de enólogos que le venían siguiendo sus pasos de cerca desde hacía tiempo. Incluso, alguno de ellos ya lo vinificaba como varietal y con serias pretensiones. Sin embargo, gracias a las altas calificaciones de algunos periodistas especializados de otros países, el Cabernet Franc despertó el interés de muchos otros hacedores, que seguramente vieron en él una oportunidad vínica y no se la quisieron perder. Y esto causó una avalancha de un gran número de etiquetas que llegaron; al parecer; para no para quedarse afuera.

Pero mientras el Malbec avanza a pasos firmes, a manos del terroir y justificando su diversidad, el Cabernet Franc tiene por delante un el desafío de consolidarse.

Evidentemente cuando surge un buen vino que se pone de moda, si realmente es bueno y tiene potencial de crecimiento, la trasciende. Como pasó con el Cabernet Franc, que llegó para quedarse, ya que pudo consolidarse entre el exitoso auge del Malbec y el clasicismo del Cabernet Sauvignon, confirmando que la diversidad es una de las ventajas diferenciales de la vitivinicultura nacional.

5 Cabernet Franc para conocerlo a fondo

Punto Final Reserva Cabernet Franc 2020

Bodega Renacer, Mendoza ($$$)

Si bien es un Cabernet Franc de perfil bajo, resulta muy atractivo, porque gracias a la combinación de uvas de Vista Flores y Perdriel, logra ser muy expresivo. Sus aromas remiten a las frutas rojas y las hierbas típicas del cepaje, y en boca es jugoso, amable y fresco. También voluptuoso y con taninos incipientes que resaltan agradables notas de crianza en el final de boca. Beber entre 2024 y 2026. 91 Puntos Portelli

Gran Pulenta Estate XI Cabernet Franc 2020

Pulenta Estate, Mendoza, Luján de Cuyo, Alto Agrelo ($$$$$)

Mucho aprendió de los hermanos Pulenta y su legado el joven enólogo Javier Lo Forte, y lo demuestra en la evolución de la elaboración de este Cabernet Franc (ahora con la maceración pre fermentativa), nacido antes del auge del varietal. De aromas delicados y frescos, con algo herbal amable. Es voluptuoso y expresivo, despliega una agradable tipicidad en su paso por boca y su final es persistente. Beber entre 2024 y 2028. 92,5 Puntos Portelli

La Celia Terroir La Consulta Cabernet Franc 2018

La Celia, Mendoza, Valle de Uco, La Consulta ($$$$$)

El incansable trabajo de la enóloga Andrea Ferreyra y su equipo ha empezado a dar muy buenos frutos en los últimos años. Eso hizo posible que se lanzara al mercado esta línea top con los tres varietales que mejor se dan en la zona. Y uno de ellos es el Cabernet Franc, del cual fueron pioneros. Este vino está elaborado con uvas del Polígono 5, aquí la hacedora demuestra su experiencia con el varietal. De aromas frescos y fluidos, con dejos herbales y taninos incipientes. Trago no muy profundo, pero sí vibrante y con más potencial. Beber entre 2024 y 2028. 92,5 Puntos Portelli

Zaha Toko Vineyard Cabernet Franc 2019

Bodega Teho, Paraje Altamira, Valle de Uco ($$$$$)

Alejandro “Colo” Sejanovich es de los que más conoce esta cepa y lo demuestra en este single vineyard, en el que se combinan con equilibrio y frescura la tipicidad varietal con el carácter del viñedo. De aromas limpios e intensos y paladar franco, fresco y envolvente. Las texturas incipientes resaltan su costado herbal. Beber entre 2023 y 2029. 94 Puntos Portelli

Gran Enemigo Cabernet Franc Gualtallary 2019

Bodega Aleanna, Gualtallary, Valle de Uco ($$$$$)

Fue Alejandro Vigil el que puso al Cabernet Franc sobre la alfombra roja de los tintos al lograr 100 puntos con este vino. De aromas expresivos y a la vez equilibrados, con un agarre sostenido y una frescura amplia que domina el paso por boca. Hay especias secas y frutas rojas ácidas, taninos precisos y una crianza muy bien integrada. Beber entre 2023 y 2029. 95 Puntos Portelli