Hace poco más de 20 años, cuando la Argentina empezaba a querer asomar en el mundo del vino, el Malbec estaba, pero nadie apostaba todo por él. Por un lado, porque en el mundo no se lo conocía y, por consiguiente, no se vendía. Y por el otro, porque se desconocía su verdadero potencial. Estaban los que miraban la historia y sabían que algo especial tenía, pero tampoco eran tan evidentes sus virtudes enológicas. Hasta que se convirtió en el as de espadas, pero no porque el mundo supiera jugar al truco, sino por ser la cepa más plantada y la “figurita” que los demás no tenían. Era un buen comienzo para apostar a su desarrollo. Y así fue, un poco apoyándose en el pasado, pero con muchas ganas de descubrir hasta dónde podía llegar, comenzaron a aparecer los nuevos Malbec, los Malbec del futuro. Claro que hoy ya son del presente. Y tan bien les fue que se convirtieron en los mejores vinos argentinos de la historia. Pueden venir mejores, pero varios de los que surgieron estos años han recorrido un camino que será difícil igualar. Porque a ellos les tocó abrir esas puertas del mundo y gritar con orgullo su origen. Y poco a poco, con el foco en la investigación y el desarrollo, y en encontrar más las expresiones del lugar en los vinos que la tipicidad varietal, empezaron a surgir grandes vinos. El manejo del viñedo junto al conocimiento del suelo, derivaron en puntos de cosecha más precisos. Luego en bodega, todos se adaptaron para intervenir lo menos posible con el propósito de preservar el carácter de la fruta.
Hoy, no sólo hay grandes Malbec que demuestran estar a la altura de los mejores vinos del mundo alcanzando los 100 puntos, también son los vinos que inspiran a toda una industria a mejorar y a los consumidores a sentir orgullo, más allá del placer en cada descorche. Pero hay algo más, porque estos vinos ya hablan más del lugar que de la variedad, y también de la añada. Por eso, estos cinco Malbec 2019 logran ir un paso más allá que sus antecesores, pero ya no por la búsqueda de un lugar sino por la consolidación de las interpretaciones de sus hacedores que empiezan a ver como sus convicciones empiezan a sentirse en las copas.
Argento Single Block 1 Paraje Altamira Organic Vineyard Malbec 2019
Bodega Argento, IG Paraje Altamira, Valle de Uco $ 4.500
La sustentabilidad de los viñedos y los lugares se ve reflejada en el manejo orgánico. Sin embargo, la principal razón por ser orgánicos va más allá del certificado; que es importante porque lo avala; porque no solo es un compromiso con el medio ambiente sino también con la comunidad. Este Malbec se destaca no solo por ser orgánico y de esta calidad, sino porque el joven enólogo Juan Pablo Murgia ha encontrado la mejor parcela para reflejar un lugar muy especial, y lo demuestra por tercer año consecutivo con este vino. De aromas intensos, paladar moderno y de con buen volumen. Hay frutas de baya con dejos herbales que hablan de la zona, fluidez con texturas finas y firmes que le garantizan buena guarda. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 93 Portelli.
Viña Cobos Chañares Estate Malbec 2019
Viña Cobos, Los Árboles, Valle de Uco $21.000
Desde 1998 que Paul Hobbs viene trabajando en lograr grandes vinos. Y si bien llegó al país para hacer Chardonnay y Cabernet Sauvignon, fue el Malbec el que lo atrapó. Hoy, parece haber encontrado en Los Árboles, una finca (Chañares) que le permite ir un paso más allá en su largo y exitoso camino malbequero. De acá salió, los últimos siete años, la columna vertebral del Viña Cobos, que antes era de Marchiori (Perdriel). Incluso se permite fermentar con racimo entero y hasta maceración carbónica. De aromas delicados, con dejos de frutas negras. Paladar franco y equilibrado, fluido y con texturas vibrantes que resaltan su frescura frutal, con algo floral y dejos de grafito. Beber entre 2022 y 2027. Puntos: 93,5 Portelli.
Catena Zapata Malbec Argentino 2019
Catena Zapata, Mendoza $ 22.000
Desde 2004 este Malbec marca el camino, porque no se hace a partir de un viñedo sino de una combinación de uvas, provenientes de viñedos viejos en La Consulta y Lunlunta. Y ese choque de lo tradicional (Lunlunta) con lo moderno (La Consulta) propone un Malbec que logra contar una historia a partir de un vino, tanto por fuera como por dentro. De aromas integrados y delicados, muy expresivos que recuerdan a frutos negros con toques de una crianza muy fina. Su trago es (como siempre) jugoso, con fluidez, pero también algo compacto, y sobre el final sus texturas mordientes aportan profundidad resaltando su frescura. Beber entre 2022 y 2028. Puntos: 96 Portelli.
Volare del Camino 2019
PerSe, Gualtallary, Valle de Uco $ 25.000
Para Edy del Popolo es la mejor cosecha desde que hace vinos, y junto a David Bonomi ya supieron en marzo de ese año que sería excepcional. Este Malbec puro viene de una pequeña parcela de suelos calcáreos, y en esta añada fría y seca, solo pudieron hacer 1500 botellas. Es un vino mordiente y vivo, con buena fruta negra y dejos herbales dentro de un carácter austero. Las texturas finas potencian su fluidez, aunque su paso es consistente. Un Malbec delicado en sus expresiones, pero con la energía del lugar. Beber entre 2022 y 2026. Puntos: 95 Portelli.
Zuccardi Piedra Infinita 2019
Zuccardi Valle de Uco, Paraje Altamira $ 42.000
Este Malbec, que nació con la cosecha 2012, es el fiel reflejo de la evolución de la categoría. Y en esta cosecha es más Malbec del futuro que nunca. Porque desde el vamos fue preciso en su mensaje, al principio más apoyado en la fruta y luego más en las texturas. Y en su estilo, siempre más amable (y redondo) que sus primos de parcelas (Gravascal y Supercal). A este 2019 se lo siente compacto, fresco y fluido en su paso por boca, con texturas granulosas finas que disipan su mensaje frutal y lo hacen más austero. Se nota que es el Malbec que quiere ser, un tinto completo, definido y con gran potencial. Beber entre 2022 y 2029. Puntos: 97 Portelli.