Todos los años, el 7 de noviembre se celebra en el mundo el Día Internacional del Merlot, que tiene como objetivo homenajear a una de las variedades nobles más conocidas en todo el planeta. Considerada hermana del Cabernet Sauvignon, el Merlot es una cepa originaria de Burdeos, Francia, y se encuentra plantada en la mayoría de las zonas vitícolas del mundo, aunque el país galo ostenta dos tercios de su producción total. Su nombre significa “pequeño mirlo” en un antiguo dialecto regional francés. También, se dice que proviene de la palabra francesa “merle” que significa mirlo, en una probable referencia al color del popular pájaro; entre rojo y azul negruzco; y al de las bayas de dicha uva. Como vino tinto, tiende a ubicarse justo en el medio del espectro de intensidades, lo que significa que tiene niveles medios de alcohol, acidez y tanino. El consumidor disfruta de su carácter suave, accesible y delicioso, con aromas frutales y notas de hierbas. Y si bien es muy placentero para muchos, lamentablemente fue una cepa maltratada y desprestigiada injustamente alrededor del mundo. En su momento los productores vieron en él un vino salvador, porque la uva se encontraba plantada en diversas regiones, a tal punto de llegar a ser una de las tres con mayor superficie (detrás del Cabernet Sauvignon). En 2004, se estimó que era la tercera variedad más cultivada a nivel mundial con 260.000 hectáreas, y para 2015 eso había aumentado a 266,000. En Francia es la variedad de uva más cultivada, mientras que en Italia es la quinta uva en importancia, y en Israel también es protagonista con al menos 1000 hectáreas. Esto demuestra que se trata de una cepa muy adaptable a los diferentes climas, aunque en realidad no es tan fácil su manejo. El Merlot también se cultiva en Argelia, Australia, Argentina, Bulgaria, Canadá, Chile, Croacia, Chipre, Grecia, Hungría, Malta, México, Montenegro, Nueva Zelanda, Rumania, Sudáfrica, Suiza, Eslovenia, Turquía y partes de los Estados Unidos como California, Washington, Long Island y Virginia. Está claro que es una de las uvas más populares del mundo. Sin embargo, fue mal entendida durante muchos años, tanto por el consumidor como por el hacedor, y obviamente también el vendedor.
Su producción creció exageradamente al ritmo de las modas y del consumo, pero sin cuidar el aspecto cualitativo. Y luego, la película Sideways (Entre Copas); donde el personaje principal no lo bebía simplemente porque era el favorito de su temida ex esposa; terminó de darle un golpe, del cual aún le cuesta reponerse. Actualmente en California, el Merlot vuelve a recibir el respeto que se merece y ocupa el tercer lugar en las ventas de variedades tintas de la región.
El origen de su prestigio está en Petrus, que sigue siendo uno de los vinos más famosos y raros del mundo, y es casi todo Merlot. Elaborado en Pomerol, una pequeña región dentro de Burdeos, donde esa uva generalmente representa alrededor del 80% de la mezcla. Los suelos de hierro y arcilla de la región le dan a Merlot una columna vertebral más tánica que la que se encuentra en otras regiones de Burdeos. Por eso con el tiempo, Pomerol alcanzó un gran prestigio con sus Merlot de producción a pequeña escala. La primera mención registrada de Merlot fue en las notas de un funcionario local de Burdeos que, en 1784, la calificó como una de las mejores de la zona. Además de ser la más plantada en la región, aquellos clones particulares de Merlot ubicados en la margen derecha (Rive Droite) de Burdeos, que se extienden desde Cotes de Bourg al sur hasta Saint Emilion, son muy raros y realmente especiales. A finales de la década del noventa, investigadores de la Universidad de California demostraron que los primeros clones de Merlot eran descendientes del Cabernet Franc y medio hermano del Cabernet Sauvignon, del Carménère y también del Malbec, todos originarios en la reconocida región.
En nuestro país es la quinta variedad tinta, con 5200 hectáreas a 2019, detrás de Malbec (44500), Bonarda (18300), Cabernet Sauvignon (14300) y Syrah (11900). Mendoza posee 3930 hectáreas y en Patagonia, donde se la reconoce como una de las variedades emblemáticas, solo hay 500.
Pero más allá de la superficie cultivada en la actualidad nunca hay que olvidar que se trata del varietal protagonista del segundo vino más caro del mundo, lo cual habla de su prestigio. Lamentablemente, por una jugada hollywoodense, pasó sin escalas a un quinto plano. Tal fue el impacto en los mercados del mundo que muchas bodegas locales injertaron cepas de Merlot con Malbec; así desaparecieron muchos buenos exponentes. Los enólogos locales saben que es una variedad fisiológicamente difícil porque no le gustan las altas temperaturas, y que a más de 30 grados el Merlot deja de hacer la fotosíntesis porque cierra sus estomas, y así complica su madurez. Pero hoy se buscan zonas más templadas, además de cubrir los racimos para evitar frenar la biosíntesis. En suelos argentinos, el Merlot llega fácilmente a los 14, 14,5 grados, con menos taninos verdes y más fruta con notas balsámicas. Pero poco a poco va reapareciendo en las góndolas y recuperando su prestigio
Casa Boher Merlot 2020
Rosell Boher, Los Árboles, Valle de Uco $2300
Por suerte el enólogo Alejandro “Pepe” Martínez Rosell fue uno de los pocos que nunca cedió ante la moda, manteniendo este Merlot que en breve llegará a las veinte cosechas en el mercado. De aromas equilibrados, con dejos vegetales y de frutas negras algo maduras. Carnoso y fluido, con taninos incipientes. La frescura resalta su costado más especiado, y sobre el final se percibe sutil el roble (el 40% pasó ocho meses en barricas de primer uso de roble francés). No es un vino pensado para la guarda, pero evoluciona muy bien en botella. Beber entre 2022 y 2025. 90 Puntos Portelli
Fabre Montmayou Terruño Reserva Merlot 2019
Bodega Fabre Montmayou, Las Compuertas, Luján de Cuyo $2800
El savoir faire de Hervé Fabre (propietario y fundador de la bodega), sumado a las manos del enólogo Juan Bruzzone, siguen haciendo posible este exponente de la variedad en la Argentina. De aromas limpios e intensidad media, con dejos vegetales típicos y especiados que aportan frescura a su carácter cálido. Hay taninos incipientes en este vino generoso y expresivo, con buen equilibrio, cierto potencial y también carácter de lugar. Beber entre 2022 y 2024. 90 Puntos Portelli
Angélica Zapata Merlot 2017
Catena Zapata, Mendoza $5300
La combinación de uvas puede variar dependiendo de las condiciones del año, pero siempre es protagonista el Merlot que rodea a la pirámide (Agrelo), combinado con otros componentes del Valle de Uco. Sus aromas siempre equilibrados y precisos, con tonos vegetales frescos, algo especiados y un buen carácter de frutas negras. Resulta voluptuoso y fresco, fiel al estilo de la línea y con buena tipicidad. Sobre el final los taninos resaltan las notas de crianza y aportan estructura. Beber entre 2022 y 2025. 92 Puntos Portelli
Familia Schroeder Merlot 2017
Bodega Familia Schroeder, San Patricio del Chañar, Neuquén $9300
Desde el nacimiento de la bodega el Merlot fue una de las grandes apuestas, aunque este vino solo se hace en añadas especiales. Acá, el desafío de Leo Puppato (enólogo) es lograr un exponente que hable del cepaje y refleje el lugar a través de muchos años. Sus aromas son austeros y algo classy, con dejos fenólicos que recuerdan a cuero y especias secas. Sus taninos se mantienen firmes y su trago es equilibrado y fluido. De paladar franco y profundo. Beber entre 2022 y 2025. 91 Puntos Portelli
Riccitelli Old Vines from Patagonia Merlot 2017
Matías Riccitelli, Río Negro, Patagonia $13200
Nace en antiguos viñedos, plantados a principios de los 70’, en Allen y Guerrico; zonas tradicionales de Río Negro. Hasta allí llega el joven winemaker propuesto a rescatar no solo esas viñas casi olvidadas sino también el Merlot patagónico. Delicado, pero con fuerza. De aromas equilibrados a frutas negras y especias. En boca entra suave, pero su trago es consistente y sus taninos amables, con un final matizado por la crianza. Beber entre 2022 y 2025. 93 Puntos Portelli