Hay muchas maneras de disfrutar el vino, en casa o en un restaurante, con amigos o en familia, en almuerzos de placer o cenas de negocio, durante un viaje o en un asado de amigos. En todos los casos el vino puede ser protagonista y hacer de cada uno de esos momentos, momentos más entretenidos y recordables. Pero hay una manera que supera a todas y es disfrutar el vino donde se hace. Por eso el enoturismo en la Argentina ha crecido tanto en los últimos años, porque es una actividad que integra lo mejor de varias actividades; recreación, placer, cultura, aventura y descanso. Esto significa que hay muchas cosas para hacer alrededor del vino.
Hoy, los terruños argentinos van de las alturas máximas del noroeste argentino en Jujuy y Salta, hasta el viñedo más austral del mundo en Chubut, y de Los Andes a la Costa Atlántica, pasando por Campana, a solo 50 minutos del Obelisco.
Mendoza sigue acaparando la mayor atención, porque posee más del 80% de las bodegas y viñedos plantados en el país. Pero también hay lugares increíbles para visitar tanto en el NOA como en Patagonia, o incluso en regiones emergentes como Córdoba y la Costa Atlántica. También en las otras zonas de Cuyo y de los Valles Calchaquíes, como San Juan, La Rioja, Catamarca y Tucumán. Pero lo cierto es que Mendoza se destaca por tener los lugares más icónicos para vivir la experiencia completa del vino.
¿Por qué es tan importante ir a la cuna del vino?
En primer lugar, porque el vino nace en la viña. Es por ello que lo más interesante al visitar una bodega es poder también ver el viñedo que la rodea, más allá de la ventaja de la cercanía, fundamental al momento de cosechar la uva para que la fruta llegue bien fresca. Esos terruños; conformados por los suelos, el clima y los hombres y mujeres que intervienes con sus decisiones e interpretaciones para concebir los vinos; son especiales. Porque lo que en definitiva termina imprimiendo un carácter distintivo al vino es el lugar. Allí, la composición del suelo se vuelve tan importante como la variedad plantada y el sistema de conducción. También el manejo y el riego, para poder llegar al punto de cosecha deseado con la mejor calidad de uva. El rendimiento (cantidad de kilogramos por hectárea) estará determinado además por la densidad de plantación. En todas esas labores participa el hombre, por eso se dice que es parte fundamental de terruño. Porque por más que las personas pasen y los lugares queden, el vino no se hace solo, y solo llega a destacarse si se hacen bien las cosas.
Para el visitante, estar rodeado de las viñas de donde provienen las uvas que concibieron al vino que está en su copa, influye mucho en su opinión.
La visita a la bodega también es interesante, porque entender el proceso de vinificación a comprender y apreciar mejor lo que viene en la botella. A esa altura de la visita, ya se entiende qué aporta la naturaleza y qué el hombre en la transformación natural de esa fruta en la bebida más noble; el vino.
Pero lo más importante es disfrutarlo en la mesa. Por eso, las bodegas que poseen su propio restaurante son las más requeridas. Allí, con chefs que diseñan sus platos en función a los vinos de la casa, los vinos se lucen más. Generalmente, esas comidas suelen ser tan pausadas como bien regadas, y nadie tiene apuro. Algo fundamental para disfrutar más del momento, de la comida y, obviamente, de los vinos. Pero el vino es mucho más que una noble bebida que acompaña muy bien las comidas, es un lugar, el clima de una añada en particular, la cultura de un lugar, la historia de personas y sus familias. En definitiva, el vino es una experiencia de lugar que merece ser vivida.
5 vinos de lugares para tentarse con visitarlos
Cafayate Terroir de Altura Cabernet Sauvignon 2023
Etchart, Salta, Altos Valles Calchaquíes, Cafayate ($$)
Sigue siendo el vino más consistente de la línea y no es casualidad que sea Cabernet Sauvignon, más allá de que tiene un toque de Tannat. Posee un buen carácter especiado que habla de su tipicidad, con fuerza y frescura integrada. Además, ostenta los taninos que se le piden al varietal, con leves dejos lácticos de la crianza. Beber entre 2025 y 2026.
89 Puntos Portelli
Old Vineyard Finca Milagros Semillon 2024
Humberto Canale, Alto Valle Río Negro ($$$)
De un cuadro (así denominan las parcelas en el Alta Valle) plantado en 1942, el mismo año de nacimiento de Guillermo Barzi Canale, provienen las uvas para elaborar solo 6000 botellas este vino blanco, que se ha convertido en uno de los referentes de la bodega y de la región. Aromas a frutas blancas, algo abrillantadas, pero equilibrados, con dejos de pasto verde y seco. Paladar limpio, fresco y franco, con buen carácter, de trago amplio y profundo, también austero. Beber entre 2025 y 2028.
91 Puntos Portelli
Gamboa Pinot Noir 2024
Bodega Gamboa, Buenos Aires, Campana ($$$$)
Elaborado a partir de un viñedo joven y en un “terruño único”, rodeado de la Reserva Natural Otamendi, que se encuentra a menos de una hora del Obelisco. Su tipicidad se advierte en su aspecto brillante y poco profundo, y también en sus aromas, más terrosos y con frutas maduras (cerezas negras). En boca, es franco y fresco, con buen volumen y texturas incipientes potenciadas por la crianza en barrica. Un vino que refleja el gran potencial de la zona. Beber entre 2025 y 2027.
91 Puntos Portelli
Clos del Molle Ingrato Syrah 2018
Achala Bodega Exótica, Córdoba, Valle de Traslasierra ($$$$)
A partir de uvas propias y viñedos orgánicos, plantados en suelos sobre roca madre de granito, llega este Syrah con mucha impronta de Viejo Mundo. De muy buena tipicidad y cuerpo, con leves taninos pastosos y algo de notas quemadas secas, pero muy del varietal. Con fuerza y carácter, hasta con leves dejos cárnicos. Voluptuoso y fresco, con dejos fenólicos y mucha vida por delante. Beber entre 2025 y 2030.
91,5 Puntos Portelli
Finca Ollantay Syrah 2024
Bodega El Bayeh, Jujuy, Quebrada de Humahuaca ($$$)
Es la apuesta de la familia Manzur como la variedad de La Quebrada, no solo por cómo se adaptó sino por el carácter que entrega. Es un tinto de aromas expresivos y a la vez equilibrados. En boca es carnoso y con tipicidad de varietal, hay frescura resaltada por los taninos granulosos. Sobre el final, notas de algo cárnico seco, especias y cuero. Se nota que es joven, pero ya tiene complejidad, apoyada en una combinación particular de frutas maduras especias y hierbas.
93 Puntos Portelli