Rosé o rosados, son vinos tintos vinificados como blancos y, como las demás categorías (blancos, tintos, naranjos, espumosos, dulces, fortificados), también tiene “su mejor momento”. En este caso se podría decir que la llegad ad e la primavera lo vuelve a poner en escena, aunque nunca se va, está ahí todo el año. Pero es cierto que hay ocasiones en las que se alinean los planetas y la mayoría elige un tipo de vino determinado. Así, con la llegada de las temperaturas más templadas, los días más largos y lindos, los pajaritos y las flores, todos quieren salir a disfrutar momentos al aire libre, volver a conectarse con la naturaleza, aunque solo sea por un momento. Y es en esa situación que el rosé despliega ese no sé qué. Porque en realidad no se trata de un gran vino, imposible porque se elabora muy rápido, como los blancos simples y frescos. Claro que algunos tienen más intensiones, y lo demuestran desde el formato de la botella, más allá de su precio. Pero su gracia está en llamar la atención por su aspecto, pero pasar lo más desapercibido posible, siempre y cuando esté a la altura de las circunstancias, con frescura, vivacidad y obviamente, agradabilidad.
Pocos recuerdan que los rosados supieron ser los vinos más tomados de la Argentina, pero eran tiempos en los que la cantidad importaba más que la calidad. Y si bien eso empezó a cambiar en los noventa, el vino rosado fue el último en “mejorar”. Primero poque fue subestimado como categoría, y luego por la invasión de vinos hechos a base de sangrías. ¿Cómo eran esos rosados de principios del milenio? más intensos, potentes y tánicos, porque se originaban a partir de las sangrías que se llevaban a cabo para logar tintos con más concentración. Por suerte, muchos hacedores se dieron cuenta que los mejores “rosé” del mundo; los franceses de la Provece; se hacían desde la viña, como todo buen vino. Así llegaron vinos cosechados con un alcohol potencial equilibrado (alrededor de 12 grados) y una acidez marcada. Tonalidades rosadas pálidas, brillantes y muy fragantes. Y esa gracia comenzó a ganarse las copas de muchos amantes del vino que se vieron atraídos por estos atributos. Ideales para abrir el juego como aperitivo o bien como primer vino de una cena de pasos, cuando se trata de una etiqueta más importante. Porque en un ambiente agradable y acompañado con frutos de mar o ensaladas, puede llegar a ser el mejor vino del mundo. Y acá, la llegada de la primavera marca el “revival” de los rosados, que pueden ser a base de Malbec, Pinot Noir, Cabernet Franc, también blends o con el protagonismo de alguna cepa alternativa. Cabe destacar que algunos de ellos incluso llegan al mercado con botellas tan imponentes como elegantes. Y si bien siempre. La calidad debe está a la altura de las expectativas (y más), esos vinos suelen ser los mejor logrados y los más equilibrados. Y esas botellas, que en algunos casos parecen frascos de perfume gigantes, tienen la función de captar la atención de todos, pero sin poner el foco en el vino sino, justamente en la ocasión. No obstante, todos los vinos rosados son los más indicados para disfrutar cuando el sol vuelve a calentar y el aire libre se transforma en el mejor lugar para el encuentro con familiares y amigos.
Argento Organic Rosé 2022
Bodega Argento, Luján de Cuyo, Mendoza $2500
El joven Juan Pablo Murgia (Gerente Enológico de Grupo Avinea) es uno de los hacedores que más vinos orgánicos elabora en el país desde hace varios años. Y como siempre sorprende con sus vinos, como el nuevo rosado elaborado a base de Malbec (65%), Pinot Grigio (20%) y Syrah (15%). Es Fragante y ágil, también fresco y con buen volumen, de trago amable y franco. Ideal para disfrutar al inicio de una buena comida. 89 Puntos Portelli
Punto Final Orgánico Rose Malbec 2022
Bodega Renacer, Perdriel, Luján de Cuyo $3500
Elaborado con uvas propias provenientes de viñedo orgánico certificado, se logra un rosado muy actual. De aspecto rosa poco profundo, pero bien brillante. Aromas equilibrados a cerezas y a otras frutas rojas. Su paladar es fresco y franco, con agradable vivacidad y un final expresivo, siempre apoyado en la fruta. Y si bien ni su botella ni su precio son pretenciosos, la etiqueta llama la atención por diseño y colorido. 89,5 Puntos Portelli
Andeluna Rosé 2022
Andeluna, Gualtallary, Valle de Uco $4500
Elegante por fuera y por dentro es el rosé de partida limitada que elabora el enólogo de la casa Manuel González Bals. Siempre a partir de racimos y granos seleccionados y sin paso por madera, para mantener viva la fuera de la fruta. Sus aromas son elocuentes, a frutos rojos diversos. Y en boca se destaca la frescura, que no solo aporta vivacidad a cada trago sino también profundidad.90,5 Puntos Portelli
Rosa di Rosso 2023
BIRA Wines, Valle de Uco $7200
Fede Isgro y Santiago Bernasconi, los creadores de BIRA, estaban buscando un rosé que estuviera en línea con sus otros vinos de entrada, el Rosso y el Bianco D’ Uco.
Para ello hicieron un blend co-fermentando los mostos de un Sangiovese (60%) y lo completaron con Syrah, fundamental para lograr ese aspecto rosado tan tenue como brillante. Otra clave fue el punto de cosecha para mantener una acidez marcada y mordiente. De aromas muy austeros y buen volumen, paladar franco y delicado, con suave carácter frutal. 91 Puntos Portelli
Antonieta Pinot Noir Rosé 2022
Falasco Wines, Los Chacayes, Valle de Uco $7500
Pablo Sánchez, el enólogo responsable de los blancos de alta gama y este rosado, eligió un Pinot Noir del clon 115 de un solo viñedo (single vineyard), el cual cosecha en tres pasadas y los elabora diferente, dos en blanco y una con maceración pelicular. Así logra este rosé todos los años que no solo llama la atención por su botella, sino también por su contenido. De aromas bien frutados y trago refrescante. Voluptuoso y franco, con una persistencia delicada que recuerda a frutas frescas. 90,5 Puntos Portelli