Gustavo Rearte, el enólogo de Achaval Ferrer, sorprende con un vino que traza una nueva meta a partir de la combinación de uvas provenientes de diferentes zonas y terroirs.
Achaval Ferrer Quimera Vitreo 2020 es una escasa colección de 3.072 botellas, que resalta la personalidad de cada variedad respetando las características de sus viñedos.
Es un vino distinto, elaborado a partir de un ensamblaje que logró armonizar el resultado de diferentes variedades de uvas provenientes de seis viñedos: Cabernet Sauvignon 9% – Cabernet Franc 9% – Merlot 6% – Petit Verdot 1% y un 75% de uva Malbec, destacándose particularmente el 30% proveniente de la Finca Mirador.
Al ser consultado el enólogo por su particular combinación, señala que “las ediciones limitadas de Quimera, las presentamos al mercado solo cuando sentimos que el vino logrado es el que soñamos”.
Pasaron cinco años de la última edición y, por eso, agrega que “Quimera Vitreo 2020 representa superación, espera, paciencia, respeto, probar y volver a empezar”.
Agrega el enólogo que Y continúa: “este año la expresión se la dio el Malbec proveniente de la Finca Mirador, porque al probar cada uno de los componentes por separado y luego juntos, descubrimos un comportamiento muy particular, producto de un viñedo con 103 años de historia ubicado enel Este de Mendoza, que le entregó ese descriptor que los convierte en un vino goloso, untuoso proveniente de un terroir desértico, de plantas que, debido a las altas temperaturas, deben luchar para crecer y madurar”.
De allí surge el nombre de este ejemplar, Achaval Ferrer Quimera Vitro 2020 que hace un paralelismo entre el suelo arenoso, las altas temperaturas y el clima seco de la Finca Mirador, materialidad con la que se crea el vidrio.
Por otra parte, y para rendir homenaje a este ejemplar, Alejandro Herrera Guiñazú creó una obra en vidrio llamada Portal Interdimensional.
Se trata de un artista que realiza vitrofusión, es decir tallado de piedra y vidrio, logrando una unión única que, de no ser atestiguada, podría considerarse irrealizable.
Dice su autor que “se trata de una obra inspirada en el suelo andino, una visión que representa una pieza que conecta con diferentes portales, que tiene su llave, que, al poner en diferentes posiciones, abre puertas y permite pasar a diferentes sueños, como a otros mundos”.
Precio sugerido: $ 80.000.
Disponible en la tienda online de Achaval Ferrer así como en las principales vinotecas y en las más exclusivas cavas de restaurantes, del país.
Fuente: Fondo de Olla