El enoturismo se asocia comúnmente a las provincias de Mendoza, en Cuyo, y Salta, en el norte del país. Al menos hasta ahora, ya que los aires vitivinícolas empiezan a sentirse en Buenos Aires. Entre otras maneras, a través de un nuevo proyecto: Estancia Vigil.
Su principal impulsor es Alejandro Vigil, enólogo y fundador de la original iniciativa de extender y acercar su exitosa marca mendocina a Cardales, a 60 pocos kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, con una selección de vinos y una propuesta integral gastronómica de alto nivel.
El empresario logró posicionarse de forma destacada en la industria del vino, a partir, entre otras iniciativas, por Casa Vigil, recientemente premiada con una Estrella Michelin por su sobresaliente cocina, servicio y ambiente. En 2002 asumió un papel crucial como jefe de enólogos de la prestigiosa Bodega Catena Zapata, contribuyendo a su éxito y consolidándose como uno de los productores más destacados de Argentina.
De qué se trata Estancia Vigil
“… De explorar el alma del vino mendocino”, responde Vigil, al tiempo que cuenta que Estancia Vigil abrirá sus puertas en Cardales, para invitar a una experiencia única que combina la pasión por el vino, la gastronomía y la cultura.
Este proyecto, destinado a los amantes del vino y el buen comer, busca promover dicha cultura y destacar la histórica tradición de la marca Casa Vigil. Además de la gastronomía, quienes lo visiten tendrán la oportunidad de aprender cómo se elabora un vino y cómo degustar con mayor conocimiento.
Dentro de su trayectoria dedicada a crear vinos y conquistar el paladar de críticos y aficionados, el prestigioso enólogo extiende su legado más allá de las botellas: el “Universo Vigil” es una comunidad que no para de crecer. Así lo confirmó él mismo, en marzo, en el Día Internacional del Malbec, mientras nos acompañaba a recorrer el predio en el que se viene levantando la Estancia Vigil.
Sobre cómo nació la idea: “Cuatro años atrás empezamos a charlar el concepto que teníamos, se encontró el lugar y luego todo se fue desarrollando rápidamente. La idea era traer un pedacito de Mendoza a Buenos Aires, como sentirte un ratito allá, pero a 1.400 kilómetros de distancia”.
Agregó que la iniciativa se relaciona cien por ciento con la Casa Vigil original, “con tener todo lo que nos gusta: música, arte, vino, gastronomía, viñedos… en un solo lugar”, anticipa Vigil.
Qué experiencias ofrecerá
Vigil contó que la idea es brindarle distintas alternativas. “Desde pasar el día entero a tener una experiencia de paso: tomar una copa de vino, comer un sándwich, donde podés compartir algún cocktail sin alcohol, si vas a seguir manejando. Y a la vez, acceder a patios, galerías, viñedos, para relajar. No solamente va a haber gastronomía, sino también degustaciones, una mini bodega, explicaciones sobre cómo se elabora un vino y cómo se debe degustar. Va a ser diverso, con distintas experiencias. El Enemigo será la base fundamental de nuestra enología, por lo que tendrá un color bastante fuerte sobre el vino”.
La estructura del proyecto es tan ambiciosa y cautivante como su concepto: una bodega con capacidad para 15 mil litros, un restaurante para 250 personas, una cava subterránea, una charcutería para 50 comensales y una espectacular vinoteca.
La apertura oficial de Estancia Vigil se prevé para principios del 2025, aunque en una primera etapa, a mediados de 2024, se abrirá al público la vinoteca y la charcutería. “Queremos que Estancia Vigil sea una embajada de Mendoza y la posibilidad de que a pocos kilómetros de la Capital Federal el visitante pueda disfrutar un momento cercano y único junto al vino”, concluye Vigil.
Estancia Vigil en Instagram https://www.instagram.com/estancia.vigil?igsh=dGpmZ2QyOGRlN2R4
Fuente: Gente