Bira Wines comenzó hace poco más de 7 años cuando Santiago Bernasconi y Federico Isgró decidieron independizarse, después de más de 20 años trabajando para bodegas de terceros, y elaborar los vinos que les gustaba tomar. “Pero debían gustarle a mucha gente, porque además de tomarlos, los queríamos vender y no fundirnos en el intento” menciona entre risas Federico Isgró.
Santiago y Federico se conocieron hace más de 15 años cuando ambos trabajaban en la Patagonia (cada uno en una bodega distinta). Uno era al fundador y responsable de una nueva bodega y el otro el responsable técnico de otra.
Un día del año 2017 se reencontraron, recordaron de varias anécdotas y vinos compartidos durante la vida en el Sur y proyectaron lo que hoy es Bira. La intención no era hacer Malbec, lo veían como algo en lo que era difícil agregar valor. Comenzaron pensando qué tenían en común y coincidieron en que era la ascendencia italiana. Además de hijo de un italiano, Federico Isgró vivió durante 5 años en ese país trabajando para una bodega en el Véneto. Además, realizó una maestría en vitivinicultura en la Universidad de Siena. En su paso por Italia, Isgró comenzó a vinificar la variedad Sangiovese (una de las cepas emblema de ese país). Debido a esto, decidieron que había que producir vinos argentinos basados en esa cepa y con estilo o impronta italiana. Aquí surge el desafío de Santiago en su rol comercial: “Sabemos que el Malbec te abre las puertas en la Argentina y en muchos países del mundo. Cuando propusimos un porfolio de vinos argentinos de base Sangiovese, nos miraron con asombro” nos cuenta.
Decididos a pesar de la incertidumbre inicial, comenzaron a buscar viñas viejas de Sangiovese en el Valle de Uco. “No quedan muchos productores de esta cepa, así es que recurrí a algunos amigos para identificar a esos productores. En algún caso me encontré con plantas de casi 80 años de antigüedad, en muchos casos plantas que los mismos inmigrantes italianos habían traído en sus valijas y que plantaron en Mendoza” desarrolla Federico. Ya habiendo encontrado las uvas que imaginaron desde el inicio se largaron a producir sus primeras botellas. ¿Y el nombre del proyecto? Bira: Bernasconi & Isgró República Argentina. Con un slogan que realmente marca quiénes son: “Cuore italiano, anima Argentina”. Su objetivo es recuperar la historia familiar y de las variedades italianas en Mendoza.
En una primera etapa surgieron los vinos base Sangiovese que ellos querían producir y vender: Rosso D’Uco (70% Sangiovese, 20% Syrah y 10% Merlot), Nicoló Brunetto (80% Sangiovese, 10% Syrah y 10% Merlot) y Bin Otto (90% SGV, 7% Merlot y 3% Syrah).
Con el tiempo aparecieron otros vinos: Tanito: (80% Malbec, 12% Sangiovese y 8% Cabernet Franc). Tano: (60% Malbec, 20% Sangiovese y 20% Cabernet Franc). Bianco D’Uco: (100% Malvasía) un vino que rescata una cepa muy poco conocida en nuestro país. Rosa Di Rosso: (60% Sangiovese y 40% Syrah) un rosado sutil y complejo y Mero Primo: (100% Syrah) un vino de partida super limitada.
Otra novedad reciente es que informaron que están próximos a lanzar su segundo vino blanco, el Mero Bianco. Será otro vino de partida limitada de (sólo 650 botellas), que se espera que salga al mercado durante el mes de mayo.
Hay muchas cosas para contar sobre Santiago y Federico y todo lo que han vivido en estos años a partir que fundaron Bira. Pero resalta ahora la noticia que compraron una finca en pleno Paraje Altamira, la cual aún no tiene ningún viñedo implantado. ¿Qué variedades plantarán ahí? ¿Con qué novedades nos sorprenderán? Ahora sí, más que nunca, cuore italiano, anima (y tierra) argentina. Lo que sí dejan saber es que seguramente en esa finca construirán la Bodega Bira y eso definirá el futuro del proyecto.
Por: Tami y Chino (Paladar Noir)