Esta familia de vinos ya cuenta con un recorrido a nivel internacional pero ahora pone un pie en el mercado local. El diferencial es que los mismos apuntan a revalorizar los terroirs mendocinos y están basados en elaboraciones con mínima intervención, por lo cual las fermentaciones se realizan 100% con levaduras nativas, es decir, las mismas que se encuentran en el viñedo.
“Hoy, el mundo observa con detalle sus alimentos y costumbres, elige productos naturales con mínima intervención. En viticultura, usar levaduras nativas nos exige un trabajo agronómico de detalle, con el objetivo de preservar la sanidad de cada parcela utilizada”, explica Alejandro Livellara, ingeniero agrónomo con más de 16 años a cargo de las fincas y viñedos que el Grupo posee en el país, con Bodega Séptima a la cabeza.
Con respecto al nombre, Leticia Arena, gerente de Marketing del Grupo en Argentina explicó que “Marraso es un concepto que ilustra al caballo libre y brioso de las montañas: nos identifica en el mundo por el campo y las llanuras argentinas. Es un animal noble y de linaje, por eso lo tomamos como principal diferencial en las etiquetas. La elección de las levaduras indígenas refleja el mismo espíritu en la elaboración de estos vinos”.
La nueva familia se compone de cuatro líneas:
Marraso Grand Blend: un corte de Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Cabernet Franc con crianza en barricas de distinto tamaño, combinando francesas y americanas.
Marraso Selection: la selección cuidadosa de parcelas, filas y terruños que logran total expresión varietal.
Marraso Modern: vinos frescos y directos para consumidores cosmopolitas.
Marraso Daily: vinos finos para todos los días.
Fuente: iProfesional