En los últimos años se experimentó con cepas no tan conocidas y con técnicas específicas para su vinificación. Lleva mucho tiempo conocer cómo trabajar con una nueva variedad, hay enólogos que se embarcan en el desafío de trabajar con cepas sobre las cuales hay poca información, cuyo objetivo es interpretar la variedad.
Las opiniones
Alejandro Vigil- Enólogo Catena Zapata y El Enemigo
“Hay un desarrollo muy importante sobre las variedades no tradicionales para nosotros, en el caso de Catena hay una línea DV Catena Garnacha, dicha cepa proviene de una zona tradicional como Lunlunta. El cabernet franc es otra variedad no tradicional para nosotros, nos ha permitido tener un buen compañero para el malbec. Creo que podemos seguir avanzando con variedades blancas, tenemos que seguir trabajando e investigando sobre eso, hemos resucitado al semillón, una cepa que puede darnos una posibilidad única en cuanto a vinos blancos que podemos llamar tradicionales para Argentina”.
Lucas Niven- Enólogo Bodega Niven
“En nuestras fincas nosotros nos encontramos desde el año 2012 haciendo un reconocimiento de variedades no tradicionales, tenemos viñedos plantados entre 1920 y 1946, algunas variedades fueron fácil de reconocerlas y otras no, otras tuvimos que ir a fuentes bibliográficas, otras a reconocer en el INTA. Una vez que las reconocimos, empezamos a hacer los vinos y darle valor agregado, distinguiéndolas de las demás cepas, como es el caso de canela, de maticha, bequignol, la anchelota, de malvasía, pedro giménez entre otras. Empezamos a darle empuje a todas estas variedades para tratar de posicionarlas dentro del portfolio de vinos de la bodega. En principio ha sido un poco complicado pero la verdad que hoy nos da una distinción y los consumidores nos identifican por ello”.
Matias Michelini – Viticultor Passionate Wines y Superuco
“Cepas no tradicionales para mí en Argentina serian básicamente las uvas criollas, estas uvas se usaban para hacer mostos concentrados y vinos de baja calidad. A partir del 2014 un grupo de enólogos comenzamos a tratar a estas uvas de forma especial, reivindicarlas y volverlas a poner en la mesa. Para nuestro caso tenemos un proyecto en Jujuy, en la Quebrada de Humahuaca que se llama Pequeños Parceleros de la Quebrada, donde hacemos 3 vinos de 3 pueblos de Maimará, Pumamarca y de Tilcara, que dan identidad a cada uno de esos pueblos. Tenemos otro proyecto en Salta que se llama Inculto, con Francisco Lavaque, donde hacemos criollas de algunos pueblos de Salta y de Catamarca. En Valle de Uco, hacemos desde 2016 Vía Revolucionaria Criolla grande. Las criollas dan vinos simples con gran identidad de donde son plantadas, hay una tendencia sobre la vinificación de estas variedades y sobre el consumo, y los vinos son tan ricos que la gente los está empezando a consumir”.
Marcelo Canatella Ingeniero Agrónomo
“Nos encontramos frente a un aumento de consumo de vinos blancos provenientes de zonas frías en Mendoza, como ser Gualtallary, La Carrera, San Pablo, en donde hay cepas no tradicionales como ser el riesling, gewürztraminer entre otras. También es importante destacar el resurgimiento del semillón y del viognier los cuales se utilizan para elaborar blends de blancas. Por otro lado, el desarrollo de la zona atlántica, cerca del mar, hacen que algunas variedades de ciclos cortos se vean favorecidas como ser el albariño, las cuales pueden funcionar muy bien para un público que busca novedades”.
Fuente: María Alejandra Bidaseca, Directora de Winexperta (Ambito).