Además de sus propuestas de mar y montañas, Chubut ofrece la posibilidad de recorrer su territorio a través de los distintos sabores y variedades de su producción vitivinícola, donde paisajes, viñedos, bodegas, características de elaboración y curiosidades forman parte de una ruta del vino cada vez más elegida por los turistas.
“Se trata de un tour en plan de disfrute gastronómico que permite explorar otros paisajes de la provincia rumbo a descubrir la singularidad y exquisitez de su producción vitivinícola”, destacaron desde el gobierno provincial.
Según cifras oficiales, la actividad creció 335 por ciento en diez años y tiene lugar sobre 200 hectáreas, entre 66 viñedos y ocho bodegas que se distribuyen en las localidades de Gaiman, Bahía Bustamente, Sarmiento, Paso del Sapo, Gualjaina, Trevelin y la Comarca Andina.
“El gobierno de la provincia tiene la decisión desde el primer día de fortalecer la producción vitivinícola y potenciar a cada uno de los productores”, dijo el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni.
El mandatario provincial agregó que “la fuerza del sector la venimos observando con una parte crucial de la recuperación post-pandemia junto con el turismo, la pesca y muchas otras actividades, por lo que nuestros vinos no solo son de excelente calidad, sino que también representan un rol estratégico para la economía”.
Arcioni detalló que la provincia “tiene una gran variedad de pequeños y medianos productores de la cual tenemos que estar orgullosos todos los chubutenses; a su vez, invitar a que todos los argentinos y argentinas puedan disfrutar de la ruta de vinos de Chubut”.
La proliferación de esta actividad productiva, que tiene su impacto también en el turismo, viene acompañada por medidas y recursos como el acompañamiento técnico, entrega de maquinarias y aportes económicos por parte de la administración provincial, que además fomenta la participación en eventos para posicionarla a escala nacional e internacional.
Al sur del río Chubut, en el departamento de Gaiman, se encuentra el Centro Recreativo Arturo Roberts, que funciona bajo la órbita del Estado provincial, y en cuyos viñedos se produce el tinto Granja Vieja y se cosechan uvas malbec con fines educativos.
Son de una variedad morada con abundantes taninos, que son algunos de los elementos del vino más fáciles de detectar mediante el sabor porque dejan en la boca una sensación de amargor o sequedad.
La elaboración de Granja Vieja continúa en las bodegas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Trelew. El complejo invita a recorrer su circuito de producción, y como alternativa, en la localidad también se puede visitar la bodega Bardas al Sur que trabaja con variedades de malbec y pinot noir.
Por su parte, en la localidad de Trevelin, y próxima al Parque Nacional Los Alerces, se encuentra la bodega Viñas del Nant y Fall, un proyecto pionero de este valle donde también funcionan los emprendimientos Contra Corriente y Casa Yagüe.
En Trevelin, donde en abril se celebró la Fiesta de los Viñedos por iniciativa de la cartera de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio provincial, la elaboración vitivinícola se desarrolla en un área de gran valor escénico, entre arroyos, cascadas y superficies que permanecen cubiertas de nieve durante todo el año.
Debido a las bajas temperaturas, la producción opera en pequeña escala pero con resultados de alta calidad, y en ello influye la puesta en marcha de un sistema de riego por aspersión que protege a las plantas generando una película de hielo a su alrededor.
De esa forma, se las resguarda de las heladas mediante una solución que recuerda a los iglúes que construían los pueblos esquimales, lo que permite cultivar con éxito variedades de pinot.
La pinot noir o “pino negro”, por la forma de su racimo y el color oscuro de la uva que permite elaborar vinos tintos de tonos tenues, son productos elegantes, con bajo nivel de taninos, de acidez media-baja, sedosos y con aromas a frutas negras y rojas.
Las bodegas de la zona ofrecen alojamiento, espacios para parking de motorhomes, restaurantes y opciones de visitas guiadas y degustaciones.
En el extremo sur de la provincia, dentro del departamento de Sarmiento, la Bodega Otronia aparece 6 kilómetros al norte del casco urbano, tras cruzar el río Senguer, ubicada entre los lagos Musters y Colhué Huapi, y es el proyecto vitivinícola más austral de la Argentina y el mundo.
Es una iniciativa de perfil orgánico que abarca 51 hectáreas donde se plantan variedades como chardonnay, riesling, pinot gris, pinot blanco, pinot noir, gewürztraminer y merlot, además de torrontés y malbec.
La ruta del vino se extiende sobre la región noroeste con iniciativas como la de Cielos de Gualjaina, un emprendimiento familiar que se desarrolla con orientación agroecológica.
Las plantaciones de este proyecto se hallan en la comarca de la meseta central, dentro de un paisaje de ensueño cercano al río Lepá y al Gualjaina, que da nombre a esta localidad.
En los viñedos crecen variedades como gewürztraminer, ideal para el cultivo en climas fríos y caracterizada por un hollejo más grueso, rosado, con altos niveles de azúcares naturales que resultan en sabores semisecos o dulces, con aromas florales o tropicales.
Junto con otros productores de Paso del Sapo y Piedra Parada, Cielos de Gualjaina recibe acompañamiento del INTA a través del programa Cambio Rural que impulsa la provincia para jerarquizar la actividad vitivinícola chubutense.
Fuente: Télam
Foto principal: La Nación
Fotos interior: www.nicolasorsini.com, vinasdelnantyfall.com y diario El Chubut