El Viejo Carpintero tamborilea con delicadeza, se posa con elegancia. La marca es joven, aunque el sueño lleva años gestándose. Se trata de una nueva propuesta vinícola que se expande con dos etiquetas de alta calidad: Malbec Reserva y Merlot, ambas cepas cosechadas en 2022 en Vista Flores, Mendoza, y criadas durante 18 meses en barrica de roble francés.
El sueño pertenece a Marcela Zanzuchi, fotógrafa y apasionada por el vino, quien capturó en los viñedos una expresión auténtica y, junto al enólogo Marcos Pizarro, emprendió una elaboración de corte equilibrado, elegante, con toques amaderados, frutos maduros y matices herbáceos.
“Mi abuelo fue carpintero, y tanto mi papá como mi hermano continuaron con el oficio. Crecí en el taller observando y aprendiendo cómo daban forma a la madera, perfeccionando a cada paso la creación artística. Yo creo que el vino también es arte y nos habla de nuestras raíces y las historias que nos han marcado. Al igual que mi abuelo, quiero compartir con el mundo lo que nace de la tierra y se trabaja con paciencia”, señaló Zanzuchi.
El Merlot de El Viejo Carpintero se caracteriza por su perfil frutal y fresco. Redondo y de final largo, destaca por su color rojo intenso, limpio y brillante, con matices violáceos. En nariz, emergen notas de ciruela y cerezas, combinadas con sutiles toques herbáceos. En boca, es frutado con taninos dulces y una acidez equilibrada. Tiene un potencial de guarda de 8 años.
El Malbec Reserva, resultado de una cosecha cuidadosamente seleccionada, despliega un abanico complejo de aromas: notas profundas de ciruela y cerezas se entrelazan con sutiles toques herbáceos. En boca, refleja una fruta jugosa con taninos dulces, perfectamente equilibrados por una acidez sutil. Su final persistente deja una impresión duradera e invita al deleite y la contemplación. Tiene un potencial de guarda de 10 años.
Mágico, alegre, liviano. Así es el vuelo de El Viejo Carpintero, ya disponible en las vinerías de Buenos Aires o en su tienda online oficial.