enero 6, 2024

Mendoza - Argentina

Temperatura en Mendoza:

Mínima 22ºC | Máxima 33ºC

enero 6, 2024

Mendoza - Argentina

Temperatura

Mínima 22ºC | Máxima 33ºC

¿El vino se toma como uno quiere o debe?

La mesa fue y es su lugar natural, porque maridar es uno de los entretenimientos más diversos y a mano que tiene los seres humanos.

La evolución del vino argentino en las últimas décadas es evidente porque todos los vinos mejoraron y se multiplicaron. Antes solo estaban los vinos de mesa y los vinos finos, y entre ellos muy pocos de alta gama. Hoy son cientos en cada categoría, tipo y estilo; hay para todos los gustos. Pero algo está volviendo, y es la manera de disfrutarlos más casual, como pasaba antes cuando el vino se tomaba a diario en las comidas. Y solo se descorchaban los “buenos” vinos en ocasiones importantes. Hoy, la amplia oferta permite que cada cual elija cómo tomar sus vinos preferidos. Está claro que las situaciones siguen siendo muy importantes a la hora de elegir una etiqueta, y muchos se empiezan a animar a combinar sus vinos para lograr un mayor disfrute, sobre todo si hace calor. Así, los vinos más accesibles y sin tantos atributos, como los de alta gama, se convierten en los mejores para dejar volar la inventiva en casa, porque la heladera brinda un pequeño universo de posibilidades. Un vino blanco de consumo diario cambia con unos hielos, gaseosa de lima y rodajas de cítricos. Un rosado, simple y frugal, es ideal para combinar con hielo y frutos rojos, también con rodajas de manzana y pera. Y al tinto le viene muy bien mezclarlo con agua tónica, hielo y una rodaja de naranja. Y así como los abuelos lo tomaban con soda, hoy los nietos lo disfrutan de otras maneras gracias a la calidad y a la posibilidad, casi infinita, de combinaciones. No se trata de hacer un trago sino de disfrutar el vino de otras maneras. Pero igual de cierto es que a los vinos con más valor agregado y más pretensiones, siempre es mejor disfrutarlos solos, porque más allá de los gustos personales, fueron concebidos para un fin específico. El gran objetivo no es que la botella de venda y se tome, sino que el vino brinde un disfrute tal que den ganas de tomarlo cada vez que la ocasión lo amerite. La mesa fue y es su lugar natural, porque maridar es uno de los entretenimientos más diversos y a mano que tiene los seres humanos. Y con la evolución del vino y la gastronomía, las posibilidades de combinar y experimentar se han multiplicado. A tal punto que no necesariamente tiene que ser con almuerzo o cena mediante, sino que puede ser una degustación informal, acompañada de una tabla de quesos. A estos vinos, que tienen más componentes y “ese no sé qué’ que los hace más disfrutables, hay que apreciarlos de otra manera. La predisposición es tan calve como la copa. También la temperatura de servicio. Esto no significa que sea difícil disfrutar un vino, sino que necesita de cierto entorno. No se trata de hacer una ceremonia solmene, pero si se va a descorchar un vino especial, que proviene de un lugar específico y se sabe de antemano que posee muchos atributos, hay que dedicarle más atención. No implica obligar a todos a escuchar las explicaciones, pero sí al menos que sepan que tendrán en las copas. Porque los hacedores se toman mucho tiempo para hacer un gran vino; entre tres y cinco años. Y si la botella en cuestión tiene además algunos años de guarda, más aún. El preámbulo no es para convencer a nadie, sino para informar que no se está ante una bebida más, sino ante una muy especial. Después, que cada uno lo tome como quiera. El vino siempre hará su trabajo, siempre y cuando la persona que lo esté disfrutando le preste atención. Y nada va a tener que ver su conocimiento o cultura, sino más bien su predisposición a sentirlo. Y claro que no será solo cuestión de lo que hay en la copa, sino de todo lo que la rodee, compañía, comida, ambiente, estados de ánimo, etc. Todo va a influir en el mayor o menor disfrute del vino. Y, como la calidad ya no es un valor agregado sino una obligación en todos los niveles, es más fácil elegir un vino de acuerdo a la situación, para que cada uno lo tome como quiera, pero también como se debe.