El otoño tiñe los paisajes mendocinos con una paleta de colores que van del amarillo al ocre, del naranja al rojizo. Los viñedos, en esta estación, se convierten en un lienzo vivo, cambiante y magnético, creando un espectáculo efímero que dura sólo unas semanas, hasta que las hojas caen y los viñedos esperan, adormecidos, la llegada de una nueva primavera.
Es en esta época del año cuando la bodega se llena de actividad con las tareas que nos deja la vendimia, como el prensado o trasiego de la uva. Es un momento de máximo esplendor, donde el fruto del trabajo realizado durante todo el año comienza a tomar forma. Son días en los que todos los miembros del equipo se unen para dar lo mejor de sí en cada etapa del proceso. Por eso vale la pena ser parte de ello y detenerse a escuchar las historias de una tradición que atraviesa generaciones.
En este marco, Finca El Paraíso muestra su esplendor, invitando a los visitantes a disfrutar de la belleza de la temporada y los sabores únicos que ofrece la cocina del chef Pablo del Río, con platos regionales y de temporada ideales para maridar con nuestros vinos tintos, como Pinot Noir o Cabernet Franc.
Situada en medio de un paisaje espectacular, entre sus viñedos se alza la mansión estilo castillo donde vivieron distintas generaciones de la familia Arizu. Aquí, los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la historia y la tradición vitivinícola de la región, mientras disfrutan de experiencias exclusivas que resaltan la belleza silenciosa de la temporada.
Una de las experiencias más destacadas que ofrece la bodega en Finca El Paraíso es Raices. Pasear entre las hileras de vides mientras el paisaje se tiñe de tonos dorados y rojizos es una experiencia verdaderamente mágica. Un recorrido inmersivo con audioguía, cata de vinos y almuerzo con productos locales que te lleva a un viaje sensorial a un paraíso otoñal, donde los sabores y colores de la estación enriquecen cada momento.
El otoño es una época maravillosa para visitar Mendoza y disfrutar de todo lo que Finca El Paraíso tiene para ofrecer.
Fuente: Luigi Bosca