noviembre 20, 2024

Mendoza - Argentina

Temperatura en Mendoza:

Mínima 10ºC | Máxima 25ºC

noviembre 20, 2024

Mendoza - Argentina

Temperatura

Mínima 10ºC | Máxima 25ºC

Ferias de vinos: consejos imperdibles de Fabricio Portelli para disfrutar sin perderse entre cientos de etiquetas

Llegar temprano a los eventos o el tema del traslado, son algunos de los aspectos que sugiere tener en cuenta el especialista.

Para la mayoría de los consumidores es imposible mantenerse al día con todas las novedades, y las ferias o exposiciones siguen siendo la mejor alternativa para eso. Pero claro, para muchos el disfrute no pasa por estar enterados sino por dejarse sorprender con alguna etiqueta nueva.

Tras dos décadas verdaderamente ganadas para el vino argentino -más allá de que siempre se pueden hacer mejor las cosas y por ende obtener mejores resultados– el consumo interno ha dejado de caer y, tras la pandemia, acusa una leve tendencia creciente, aunque todos los expertos coinciden en que el consumo (y las ventas) deberían ser mucho más altos. Esto nada tiene que ver con la calidad ni con la falta de diversidad, dos cuestiones en las que la Argentina se saca un “muy bien, diez”, sino más bien con la coyuntura económica que obliga a la mayoría a mudar sus preferencias en busca de bebidas sustitutas.

Por suerte cada vez son más los que ingresan al mundo del vino, una tendencia impulsada por los jóvenes, para descubrir qué hay detrás de cada etiqueta. Mientras los más interesados ponen el énfasis en el varietal, el origen o el hacedor, los consumidores más casuales se dejan llevar por el momento, aceptando los nuevos formatos de vino (lata y Bag in Box), para experimentar algo diferente.

En un país productor tradicional es lógico que convivan tantos tipos de consumidores, sucede lo mismo en Francia, Italia y España, pequeños universos de personas unidas por el vino, pero con distintos puntos de interés. Y la industria debe captar la atención de todos ellos si quiere seguir por la senda del éxito.

Es ahí donde las exposiciones y ferias de vinos parecen recuperar el protagonismo. En estos eventos el objetivo final es vender y promover la venta de vinos, para ello las bodegas asisten e invierten recursos en los stands para ofrecer sus vinos a degustar, en un marco entretenido, con acompañamiento de gastronomía y actividades lúdicas. Saben que la posibilidad de dar a conocer un vino de la mano del hacedor es una de las ventajas diferenciales de este tipo de eventos, resultando una de las mejores estrategias de posicionamiento para un vino o una marca.

En lo que va del año y del mes de octubre ya pasaron algunas, pero por suerte quedan muchas más hasta fin de año, y todo indica que el 2023 será otro gran año para este tipo de eventos, porque la tendencia del consumo seguirá acompañando. A su vez las bodegas continuarán presentando novedades, más allá de sus nuevas cosechas, y la industria espera un crecimiento en la producción y en las ventas, tanto en el mercado interno como en el externo.

Ante la gran diversidad de propuestas, para todos los gustos y bolsillos, muchos consumidores se preguntan si ir o no ir, si tienen el conocimiento suficiente para aprovechar un evento de esas características, o simplemente si la van a poder pasar bien. Hay respuestas para todos porque fundamentalmentelas ferias y exposicionesde vinos están enfocadas en dos tipos de público por igual: los profesionales (sommeliers, compradores de grandes cadenas, vinotequeros, dueños de restaurantes y cocineros, entre otros) y los consumidores.

Y en esta última categoría entran todos, los que no se pierden una y están muy informados, y los que asisten por primera vez,a todos se los atiende por igual porque son igual de importantes para las bodegas y para el crecimiento del consumo. Ya que cada uno que pasa por un stand y vive una experiencia más que agradable, se convierte automáticamente en promotor de la bodega en su propio grupo de pertenencia. Algo así como sembrar para luego poder cosechar.

Claves para disfrutar y aprovechar mejor una exposición de vinos

Sin dudas, lo primero a tener en cuenta es que hay que llegar en transporte público al lugar en cuestión, o tener conductor designado, ya que no se puede manejar después de haber bebido y, por lo tanto, ese día lo mejor será estar liberado del volante para bien de todos.

Llegar temprano, porque una vez avanzado el horario del evento, no solo se va llenando de gente, también se empieza a dificultar la circulación. Pero lo más importante es que por la acumulación de público quizás se pierde de visitar alguna bodega.

En este sentido, y más allá que el objetivo sea solo ir a pasar un rato de disfrute en pareja o con amigos, lo ideal es informarse antes sobre qué bodegas participan. Esto sirve para poder entender un poco el marco de la propuesta, también descripto en el nombre y en la bajada de la expo, y para tener dos o tres preseleccionadas de las que no puede faltar la visita. Es muy útil tener un objetivo claro en estos eventos de mucha concurrencia, dejando siempre un espacio para la sorpresa.

Al llegar, seguramente se recibe una copa para degustar, pero en lugar de lanzarse a que la sirvan con el primer vino que se encuentre, hay que dedicar unos minutos para recorrer el predio, reconocer los stands de las bodegas preferidas, ver dónde están los puestos de hidratación y los de gastronomía, también los baños y el auditorio o escenario donde sucederán las charlas. Esta especie de vuelta de reconocimiento también genera confianza a lo largo de la estadía.

Y aprovechando que el espacio aún no se ha llenado, intentar detectar cuáles son los stands atendidos por sus dueños o los hacedores (agrónomos o enólogos), porque eso marca la diferencia. Mirar qué vinos ofrecen en cada bodega también sirve para empezar a hacerse una idea de cuántos vinos degustar.

También, tener en cuenta que hay eventos que, con la entrada, se incluye la degustación sin cargo de todos los vinos, mientras que en otras ferias puede haber vinos que se degusten con algún costo. Esto se utiliza para poder ofrecer degustación de vinos de partidas limitadas y también para ayudar a moderar el consumo.

Con toda esa información recolectada en pocos minutos, se puede disponer a encarar las bodegas seleccionadas. Queda claro que, si la idea es degustar y conocer más de cinco vinos, lo ideal será “spitar” el vino (suele haber spitters para escupir el vino) como hacen los enólogos y los profesionales, y así poder degustar y conocer muchos más. Ya que, si bien es cierto que algo de alcohol pasa al organismo, no es lo mismo que beber los 30/40 cc de cada vino servido en las copas. Pero independientemente de la cantidad de vinos a degustar y la forma elegida de hacerlo, hay que siempre tomar agua e hidratarse entre cada parada.

Otro dato muy importante para saber previamente es que la persona atendiendo el stand va a querer explicar toda la historia y dar a degustar todos los vinos a cada uno que se acerque. Mientras que los que se acercan van a querer ir al de más alto precio. Lo ideal, para ganarse al sommelier, al enólogo o al propietario atendiendo el stand, es preguntar primero, interesarse por su discurso, comentar que, al no poder degustar todos los vinos de todas las bodegas, se debe elegir bien cuál. Seguramente, luego de unos minutos de charla e intercambio, y al reconocer el interés genuino del consumidor, el bodeguero servirá el vino que se prefiera degustar. Es decir, una cosa es acercarse y directamente solicitar un vino y otra muy distinta es llegar con interés de conocer algo sobre la bodega y sus etiquetas.

Claro que hay que aprovechar estos eventos para descubrir, aprender y disfrutar, por eso también hay que dejar espacio para esas bodegas preferidas y admiradas, porque más allá de que se conozcan sus vinos, seguro que habrá algo nuevo para enterarsey así seguir fortaleciendo esa relación consumidor-bodega que solo la copa puede explicar.

Hoy, la mayoría ofrece puestos de gastronomía. Es una excelente idea para el cierre y el brindis final, antes de partir.

Fuente: Infobae (Fabricio Portelli).