Gabriel Campana es un destacado enólogo argentino que desde su Córdoba natal, con bajo perfil pero con un objetivo firme, ha ido revolucionando los vinos de la provincia y posicionándola en el panorama vitivinícola nacional.
Criado entre bodegas y viñedos, pertenece a la cuarta generación de una familia de hacedores de vinos (tenían bodegas en Colonia Caroya). “Vengo de una familia tradicional de Córdoba. Mi bisabuelo ya había empezado con una bodega familiar en su momento. Después, mi abuelo y sus hermanos construyeron cuatro bodegas más. Tengo una tradición vitivinícola distinta en cierta forma. Estamos en una zona muy tradicional y muy antigua de Córdoba. Hay documentos que hablan de 400 años de historia de viñedos”, recordó el enólogo.
Uno de los objetivos de Gabriel es recorrer la provincia buscando viñedos abandonados y revalorizando el terroir cordobés. Podemos dividir a las regiones de Córdoba con viñedos productivos en: Valle de Calamuchita, Valle de Traslasierra, Valle de Punilla, Sierras Chicas y región Norte. “Hay documentos escritos que dicen que en el año 1618 en la estancia jesuítica Jesús María ya había viñedos. Ver esos documentos escritos por los jesuitas fue un momento increíble. Desgraciadamente todo ese material genético se perdió con el paso del tiempo”, aclaró Campana.
-Entonces, ¿cuál es el origen de los viñedos más antiguos de Córdoba?
Hace años fuimos al norte de Córdoba, a la zona de Quilino y encontramos viñedos antiguos. Parrales que estaban totalmente abandonados, pero vivos y seguramente con más de 100 años. Hay zonas que seguramente tienen viñedos antiguos. Hubo distintas oleadas inmigratorias en el siglo XIX. En 1878 llegan los italianos y ahí empieza toda la impronta europea con vinos que hacían en su región. Trajeron Pinot Noir, Isabella, Bonarda, Barbera y todas variedades que elaboraban en su país de origen.
-¿Cómo es el trabajo que venís haciendo de revalorización y búsqueda de viñedos?
Ya había un desarrollo y estamos trabajando un poquito más. No es que está todo por estudiar. Hay cosas que se han investigado, pero siguen surgiendo nuevas zonas vitivinícolas en Córdoba. En Colonia Caroya había viñedos, Calamuchita es una zona muy nueva. En Traslasierra en 1910 empezaron a plantarse viñedos. Mi Nono y mi viejo compraban uva de Traslasierra, así traían Barbera y algunas cepas como Cereza o Torrontés. En la zona de Quilino hay viñedos de 60 a 100 años.

¿Qué tienen los vinos de Córdoba que los diferencia de otras zonas vitivinícolas de Argentina?
Creo que la palabra que define a los vinos de Córdoba es diversidad. Es un potencial que tenemos en la provincia, en una superficie no tan distante. El norte es una zona totalmente árida en la que llueven de 300 a 350 milímetros por año. Los vinos son rústicos, vibrantes y con un alcohol interesante. Si vamos a Colonia Caroya tenemos suelos mucho más profundos y una temperatura un poco más amalgamada con humedad media. Esto nos da otro carácter. En Calamuchita hay frío, altura y humedad. En Traslasierra encontramos altura con menor humedad, pero con unas temperaturas superiores y perfiles de suelos totalmente diversos (granito, arena y arcilla). En definitiva, creo que hay un montón de parámetros para interpretar.
Escuché por ahí que te gustaría hacer un vino que reúna todos los terroir de Córdoba…
Hace mucho tiempo que recorro todas las zonas vitivinícolas de Córdoba y siempre digo que cada zona aporta algo. Es como un equipo de fútbol o una orquesta, cada uno aporta lo suyo. Un blend de terroir, de culturas y sensaciones. Sería muy interesante poder desarrollar un blend de terroir del vino de Córdoba, con las uvas de las distintas zonas.
¿Qué estilos de vinos te gustan?
Me gustan los vinos sinceros y expresivos. Depende del día me pueden gustar vinos con roble o con cero madera. Lo que destaco es que tengan personalidad. Y personalmente me gusta hacer vinos de los que me sienta orgulloso.
Estuviste vendimiando en Italia, ¿Cómo viviste esa experiencia?
Fue increíble. Cuando terminé el secundario me fui a estudiar enología a Mendoza y cuando regresé a Córdoba tuve la posibilidad de hacer una pasantía con capacitación en el norte de Italia. Ahí vi una realidad totalmente distinta a la que estaba acostumbrado en la bodega familiar. Una de las diferencias fue aprender un montón de técnicas antiguas. Eso me volvió loco. El caso del amarone y toda la técnica de la pasificación, es algo que me encantó y me apasiona.
Trabajaste muchos años en la bodega Terra Camiare, pero hace poco decidiste tomar otros rumbos…
Agradezco el tiempo y la libertad que tuve. Me fui sintiéndome orgulloso por todo lo logrado y dejando una bodega consolidada. Pero estaba necesitando desarrollar otras ideas y lugares. Sigo, como hace más de 12 años, en Bodega Estancia Las Cañitas en plenas sierras cordobesas. Personalmente siento que ese es mi segundo hogar. Disfruto y agradezco poder ver lo particular de ese lugar con sus texturas y energías a pleno. Además, nacen vinos extraordinarios. También soy feliz con mis amigos de la vida en “Patente X” haciendo vinos hechos a mano con variedades de uvas olvidadas de un barrio rural que mucho tiene que ver con lo que somos. Y en otros proyectos que van a dar que hablar en unos años.
¿El Raro, es uno de esos proyectos?
El Raro hace referencia a lo que muchas veces percibimos cuando descorchamos un vino diferente. Eso inquieta e inspira. Es un proyecto personal y familiar a muy baja escala. Está basado en una idea de la expresión de vinos elaborados con uvas de paisajes extremos cordobeses que me encantan transitar y disfrutar. Son vinos hechos desde otra mirada, más personales y descontracturados. Son vinos vinificados de otra manera, donde la frescura es lo fundamental. Tengo un Sauvignon Blanc y un Pinot Noir Serrano del Valle de Calamuchita.
Hace unas semanas se realizó una nueva edición de la Feria de Productores Amigos en Buenos Aires, ¿qué significa ser parte?
Productores Amigos es (como me gusta decir) una pequeña gran comunidad de gente que hace vinos en diferentes lugares de Argentina. Entre todos nos damos una mano y compartimos momentos. La “Feria de Productores Amigos” es una gran fiesta entre amigos a la cual nos gusta invitar a más amigos para que vivencien un lindo momento a través del vino.