Desde su fundación, Lorenzo Wines se ha destacado por elaborar vinos que respetan la biodiversidad de Mendoza, con un enfoque en los terroirs de Agrelo y Valle de Uco.
Luego de dejar atrás el nombre Lorenzo de Agrelo, la bodega abraza un nuevo capítulo en su historia, fortaleciendo su identidad y proyectándose hacia el futuro.
Según Matías Prieto, enólogo de Lorenzo Wines, el cambio de nombre no es solo una estrategia de marketing, sino una ampliación de la marca.
“Comenzamos mostrando el potencial de Alto Agrelo, y hoy se suma el crecimiento y el aprendizaje de descubrir nuevos lugares”, comenta.
Esta renovación, además, llevó a la bodega a trabajar en zonas como Los Árboles y Chachingo, explorando las singularidades de cada viñedo para crear vinos únicos que conecten con la diversidad de los suelos mendocinos.

Un rosado que desafía los estándares
Con el nuevo Lorenzo LO Rosé 2024, elaborado con Syrah de Los Árboles, Prieto explica que buscan destacar “la personalidad de la fruta que da esta variedad en altura” y agrega que “tiene una acidez muy particular que lo hace longevo”.
Fieles a la filosofía de “menos es más,” en Lorenzo Wines priorizan una intervención mínima en el proceso: tras la cosecha, realizan una maceración en frío de ocho horas, seguida de un prensado, desfangado y fermentación a baja temperatura en tanques de acero inoxidable. El resultado, explica Matías, “es un rosado fresco y elegante, con notas de frutas rojas, especias y una textura ligera que lo convierte en el compañero ideal para platos frescos y ligeros”.
La garnacha: un viaje de textura y elegancia
Por su parte, Lorenzo LO Garnacha 2024, también recién lanzado al mercado, es el reflejo de la innovación y la atención al detalle.
En Chachingo, Matías plantó un viñedo de garnacha en parral de alta densidad para generar competencia entre las plantas y limitar el vigor de las mismas, una característica fundamental para lograr un vino equilibrado.
“Buscamos una garnacha que no se exceda en el perfil goloso, priorizando la elegancia y la fineza”, agrega. El proceso incluye fermentación con un 40% de raquis, seguido de una crianza dividida entre concreto y barricas de roble usadas. El resultado es “un vino de textura única, con notas frescas de cereza y un balance impecable que lo hace versátil en maridajes”.
Un homenaje al terroir mendocino
El objetivo de cada vino del portfolio de Lorenzo Wines es que, de alguna manera, sea una carta de amor a Mendoza. Desde los suelos pedregosos de Chachingo hasta la frescura de Los Árboles, buscan capturar la esencia de los terroirs mendocinos. Además, este renacimiento viene acompañado de una nueva identidad visual y una propuesta que equilibra tradición e innovación, una filosofía que consolida a Lorenzo Wines como un referente en la vitivinicultura contemporánea.
Con esta nueva etapa, Lorenzo Wines no solo fortalece su presencia en el mercado argentino, sino que también apunta a expandirse internacionalmente.
“Estos vinos son el inicio de un legado que promete seguir creciendo en calidad e innovación”, concluye Prieto.
Fuente: Asociación Argentina de Sommeliers (Nicolás Orsini)