Muy poco conocido hace apenas veinticinco años, su actividad se ha vuelto una de las más buscadas por jóvenes que buscan ligar su futuro a la gastronomía. ¿Qué es un sommelier? El responsable de comprar y vender los vinos en un restaurante. Y para ello debe gestionar muy bien su cava, tener muchos conocimientos de vinos, pero también de maridajes ya que debe aconsejar a los comensales. Es tan importante su función en ese momento porque es cuando los clientes más dispuestos están a escucharlo y a gastar en vinos. Pero los tiempos vínicos argentinos van muy rápido, y hoy el sommelier ha trascendido el universo de la restauración, para desempeñarse en bodegas, vinotecas, distribuidoras, empresas vinculadas al enoturismo, y en medios de comunicación.
Un sommelier no nace experto en vinos, sino que se forma, y para ello es fundamental la práctica, además del estudio. La gran ventaja de desarrollar la actividad en la Argentina es que es uno de los principales países productores y consumidores. Aunque la desventaja es que está muy lejos del Viejo Mundo, donde nacen muchas de las etiquetas consagradas, y por la debilidad de la moneda local, dichas botellas no llegan al país. Por lo tanto, el conocimiento de los vinos del mundo es una complicación. No obstante, hay un gran futuro para la sommellerie nacional; que cuenta con asociación propia (AAS); debido a la gran diversidad que propone el vino argentino. Tamaña oferta de etiquetas justifica un guía para poder elegir mejor, justo en el momento de mayor disfrute. La clave de un buen sommelier está en su formación constante, pero más en su curiosidad, que debe ser parte de su vocación para querer degustar la mayor cantidad de vinos posibles y así tener la mayor cantidad de respuestas.
Por otro lado, su aporte en las redes sociales es muy importante, para la divulgación y promoción de los nuevos vinos, en un país donde hay más de 6000 etiquetas, y todos los años se renuevan con la cosecha. Cada vez hay más vinotecas y wine bars manejados por sommeliers, como así también sommeliers trabajando en restaurantes y vinotecas, destacándose en esos puestos por sus ganas de saber más sobre el tema y estar constantemente formando su opinión. Y esto resulta fundamental, tanto para el consumidor local como para el que visita nuestro país. El potencial de la sommellerie es tan grande como el del vino argentino.