Durante mucho tiempo, el distrito Los Chacayes fue considerado parte de Vista Flores. Esto, hasta que en octubre del 2017 el Instituto Nacional de Vitivinicultura (el INV) lo declaró Indicación Geográfica. Ubicado en el departamento de Tunuyán, en Valle de Uco en el pedemonte de la Cordillera de los Andes. Algunos afirman que su nombre hace referencia a un arbusto llamado “Chacay”, que es parte de la flora nativa, crece a la vera de ríos y que en lengua mapuche significa arbusto con espinas. Otros mencionan a los aborígenes que habitaban el Valle de Uco, los Huarpes Micayac. Esta población llamaba “chacayes” a los zorros que hasta el día de hoy se pueden ver en la zona.
Antiguamente fue un área habitada por los pueblos originarios llamados Huarpes y Puelches. En septiembre de 1816 el General San Martín eligió la zona, que es conocida como Manzano Histórico, para descansar en la estancia El Totoral antes de liberar a Chile y Perú. Se extiende a lo largo de la ruta 94 hasta la frontera con Chile al oeste y al este con la IG Vista Flores. En total son 102.500 hectáreas de las cuales sólo 3600 tienen viñedos.
En cuanto a los suelos, su origen es aluvional marcado por el Arroyo Grande que desciende desde la Cordillera. El geofísico y experto en el tema, Guillermo Corona comenta: “Si bien forma parte del pedemonte, esta zona está compuesta por tres abanicos aluvionales, que definen tres sectores bien distintos en los perfiles de suelos. Hay algunos que son pedregosos actuales, otros más arenosos, y hay sectores donde la piedra es más virgen y tenés más carbonato de calcio. Dependiendo de donde vos te pares es el tipo de perfil de suelo que vas a tener y eso repercute en el viñedo y en la uva”.
Los primeros en llegar a la zona fueron los hermanos François y Jacques Lurton que pusieron un pie en 1996, porque creyeron que podía ser un buen lugar para plantar Cabernet Sauvignon. Pero en 2002 crearon un excelente Malbec, al cual nombraron Chacayes. Luego, registraron la marca en mayo de 2005. Sin embargo, cuando en 2017 se creó la IG, cedieron el uso de la marca para que todos los viticultores y productores de la zona pudieran ponerlo en la etiqueta. En 2019 junto a otras bodegas y propietarios de la zona, decidieron crear la Asociación Civil Los Chacayes. Un paso más hacia el objetivo de dar a conocer al mundo el trabajo de esta región.
La asociación está conformada por 15 socios que tienen sus fincas allí y el objetivo en común de mostrar el potencial de Los Chacayes, como IG y productora de vinos y uvas (hay también viticultores asociados que sólo producen uvas).
El winemaker Cristian Moor es el actual Presidente de la asociación y explica: “La zona posse viñedos desde 1100 a 1500m de altitud atravesados por el Arroyo Grande. Esta es una característica muy importante para Los Chacayes. Muchos de los suelos que lo bordean, como por ejemplo en los viñedos que trabajo, se presenta el canto rodado. La presencia de la piedra es muy importante en la mayoría de Los Chacayes. Pero todo no es piedra, la zona más baja, lo que es en la parte este hay muchos suelos arenosos y compactos, eso hace que haya una gran diversidad. La flora autóctona cumple un papel muy importante y ofrece como resultado una característica y un estilo de vinos muy particulares. Podemos encontrar Malbec o Syrah que son bastante especiados. Cuando comenzamos a trabajar la finca de forma orgánica, la flora se empezó a desarrollar mucho más fuerte. Las plantas que crecen naturalmente comienzan a desplegar los aromas que luego se sienten en los vinos y no son típicos de la variedad sino del lugar. Siempre afirmamos que Los Chacayes tiene un especiado muy particular”.
En cuanto al clima, la amplitud térmica va de 22 a 25°C con una pluviometría promedio próxima a los 300mm anuales. “Esto hace que se marque la acidez, la concentración, los antocianos y los colores que también van formando lo que son las características de Los Chacayes. Básicamente el 80 % es Winkler III, después más arriba podes ir a un Winkler II, pero la mayoría de los viñedos están plantados en Winkler III”, describió técnicamente Moor.
Para Guillermo Corona, el terreno de Chacayes es ideal para el desarrollo de algunas variedades que no alcanzan la madurez necesaria en otras zonas. Y, si bien la disponibilidad de tierras para nuevos viñedos es amplia, hay un importante problema que afecta a toda la provincia y es la falta de agua. “Terrenos para vender hay de sobra, pero lo que no hay es agua. Se dificulta el desarrollo vitivinícola porque no hay acceso a agua en las zonas más altas”, manifestó.
Las variedades que se cultivan en su mayoría son: Malbec, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc. Y en menor medida Gewürztraminer, Garnacha y Monastrell.
En cuanto a las características que le aportan a los vinos, siendo tan extensa la IG y teniendo tantos productores diversos, Cristian Moor afirma que “es difícil decir, los vinos de Chacayes tienen ésta características. Lo que si podemos comentar es que tienen una concentración muy importante, una intensidad muy marcada y una personalidad que lo da la flora autóctona y el lugar. La verdad es que son vinos únicos y muy identificables. Habitualmente tienen una complejidad de vinos añejados pero con la explosión de la juventud. Esa combinación los hace muy atractivos. Son vinos con personalidad que no pasan desapercibidos”.