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Los 9 imperdibles de la cocina de Mar del Plata

La perla del Atlántico es una de las ciudades con mejor oferta gastronómica de Argentina en la actualidad. Se viene la temporada y en esta nota te contamos que lugares tenés que conocer.

Mar del Plata siempre fue la perla de la costa de Argentina por sus playas, por sus años de esplendor a mediados del siglo pasado y por su gran oferta teatral en temporada. Pero también por su oferta gastronómica, la cual fue creada por familias de inmigrantes (en su mayoría italianos y españoles) que abrieron sus “boliches” y empezaron a cocinar. Así nacieron lugares históricos. Muchos de estos espacios aún existen y son manejados por hijos o nieto de sus creadores. Pero en Mardel también se produjo una gran “revolución” de cocineros jóvenes que hicieron experiencias en Europa y volvieron a la feliz para mostrar todo lo que aprendieron. Todo esto llevó la gastronomía marplatense a otro nivel.

En Mar del Plata siempre hubo producto. La ciudad cuenta uno de los puertos más importantes de Argentina. Allí llegan los mejores pescados y mariscos del Atlántico. Además, posee un gran cordón frutihorticola. E incluso, desde hace unos años, tiene vinos producidos muy cerca de la costa (Bodega Trapiche Costa y Pampa, Bodega Puerta del Abra y Castel Conegliano entre otras).

El Rey del Calzone es uno de esos lugares históricos de la ciudad. Fue creado en la década del 60’ por Renato y Norma. Hoy ellos ya no están, pero continúan con el legado sus hijos y nietos (con Esteban Usai a la cabeza). Es un bodegón italiano, ubicado en las esquinas de Esteban Echeverría y Gaboto, donde hacen cocina romana. El menú ofrece: “Cintas a la Norma”, “Cintas con Langostinos”, “Conejo a la Cacciatora” o la pizza “Trinity” (una creación exclusiva de Renato que lleva cebolla con crema, provolone rallado, parmesano y huevo batido). Y por supuesto su famoso calzone (el mejor de Argentina) relleno de mozzarella, jamón cocido, longaniza picada y provolone rallado. Desde hace dos años a Esteban se le ocurrió comenzar con un plato icono de la cocina romana, el “Cacio e Pepe”. Son unos vermicellis preparados en una horma de queso Grana Padano (de 40 kilos con 18 meses de estacionamiento) con aceite de oliva, pimienta, manteca clarificada y yema de huevo. Se sirven sólo 16 porciones por noche, bajo estricta reserva.

Otro de los históricos es Trattoria Napolitana Véspoli. Se autodiefinen como “la primera sorrentinería del país”. Desde 1972 sirven unos sorrentinos increíbles (si no son los mejores de Argentina, deben estar muy cerca). Es una cantina italiana ubicada en la calle 3 de Febrero al 3158, fundada por la familia Véspoli (con Chiche a la cabeza). Los sorrentinos fueron creados por su hermano mayor, Umberto Véspoli y el nombre es en honor a su ciudad natal (Sorrento). Es una masa muy fina que recubre un relleno generoso de jamón y queso o espinaca y ricota. Son amasados todos los días a la vista del comensal y acompañados por una suave salsa de tomates frescos.

Nos vamos para la zona del puerto para visitar a otro de los clásicos. Viento en Popa es uno de los restaurantes más tradicionales de Mar del Plata y está ubicado en Avenida de los Trabajadores 257. Fue creado por Ñeco Cioffi varias décadas atrás y es uno de los mejores lugares para comer pescado. La estrella es el producto (sin tantas estridencias). El ambiente es muy familiar.

A una cuadra exactamente (en Avenida de los Trabajadores al 171) abrió hace unos años Lo de Fran. Su propietario Francisco Rosat es un joven y virtuoso cocinero con experiencia en España y Alemania (en restaurantes con estrellas Michelin). Rosat volvió a su ciudad natal para abrir su propio espacio. Es parte, junto a otros cocineros, de haber llevado la cocina marplatense a otro nivel. Sobre todo, por técnica, por manejo y búsqueda de calidad de productos. Y además, por ofrecer día a día preparaciones donde el centro de atención siempre es el sabor del producto de estación con poca intervención. Es uno de los grandes imperdibles de Mar del Plata y entre sus platos destacamos: chipirones, chernia, mejillones, pez limón, besugos, bonitos o anchoa de banco presentados en ceviches, tiraditos, a la parrilla o en paellas. En Lo de Fran todo es rico.

Desde el 2011 en la esquina de La Rioja y Avellaneda se encuentra la cantina Lo de Tata. Es el restaurante de tres primos que quisieron homenajear a su abuelo (el “Tata Ciarlotti”). Así es como el cocinero Lisandro Ciarlotti ha ido convirtiendo a este espacio, en nuevo clásico de la ciudad. Lo de Tata es una mezcla de los restaurantes tradicionales de Mar del Plata con mozos de oficio y con platos típicos de la cocina de inmigrantes, pero con producto de la más alta calidad, vegetales de estación y pesca de anzuelo de temporada. Así podes navegar entre una milanesa napolitana con sorrentinos, tortilla de papa (si o si babé) o algún tiradito de lenguado, langostinos fritos o su famoso pez limón a la plancha.

Lisandro Ciarlotti junto a su amigo el cocinero Hernán Domínguez (también con experiencia europea, donde trabajó en el Bulli de Ferrán Adriá) crearon hace algunos años Caldo. Este es otro de los grandes lugares para comer en Mar del Plata. Está ubicado en San Luis 2779. Los expertos chefs ofrecen cocina italiana con el mejor producto de temporada y con pinceladas de autor. Su propuesta se basa en pescados y mariscos frescos, pastas al dente y risottos. Deben probar el Carpaccio de langostinos, el tartar de vieiras con aguachile de frutillas, la pesca del día o el arroz negro con mariscos.

Desde hace 20 años Sarasanegro es el lugar de alta cocina de Mar del Plata, (ubicado en la calle San Martín 3458). El espacio pertenece Patricio Negro y Fernanda Sarasa. Ambos poseen amplia experiencia (trabajaron con Martín Berasategui en restaurantes estrellas Michelin en Europa). Fueron los primeros que decidieron volver (en el año 2003) y mostrar en su lugar lo aprendido en otras tierras. Eligieron la feliz porque Fernanda era de allí y crearon su restaurante de alta cocina de entorno. Utilizan los mejores productos de temporada y sus estaciones: merluzón, anchoa de banco, chernia, corvina, lenguado, palometa, bonito, pez limón, caballa. Todo esto trabajado con la mejor técnica de Patricio. Además, poseen la cava de vinos más grande de la ciudad y una de las mejores del país (gracias a todo el conocimiento de Fernanda). Un dato, el carro de quesos que tienen para el postre es un sueño.

Parrilla Perales es uno de los secretos a voces de los habitués de Mardel. Desde 1960 hacen el mejor lechón de la costa (en la esquina de San Lorenzo y Dorrego). Es una parrilla familiar fundada por Carlos Perales. El espacio no cuenta lujos estéticos, el lujo está en ese lechón que sirven asado por horas (jugoso por dentro y crocante por fuera). Otra “fija” de la Feliz.

De la unión de Patricio Negro, Fernanda Sarasa y Leonardo Perales nació el flamante y único rooftop de la ciudad (Furia Resto & Rooftop). Ubicado en lo alto de un edificio en Rawson al 1457, ofrece un menú con pescados y mariscos creado por Patricio Negro pero con el fuego como gran protagonista. Por esto convocaron a Leonardo Perales, por su gran conocimiento y experiencia en ese método de cocción. Pulpo, langostinos, chipirones, pesca del día, ojo de bife, entraña y costillitas de lechón son algunas de las propuestas que pasarán por las brasas antes de llegar a los platos. Técnica y producto acompañados por una gran cocktelería y su tremenda carta de vinos (acá es donde aparece la mano de Fernanda) hacen de este lugar otro imperdible.

Foto portada: Gentileza Noticias