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Familia Schroeder construye un imponente complejo con bodega, viñedos, chacra y hotel en Neuquén

Se trata del El complejo Patagonia Estate, ubicado en Neuquén. Los inversores están muy entusiasmados por las millonarias inversiones que está recibiendo la provincia en la zona de Vaca Muerta.

En la provincia de Neuquén y de la mano del aluvión de dólares por el gas y petróleo y los altos sueldos que se pagan en Vaca Muerta, también están proliferando nuevos proyectos de real estate que apuntan no solo a incrementar el número de camas disponibles, sino también a brindar “experiencias” a pocas horas o, incluso, minutos del lugar de trabajo.

Se trata de un cambio clave dado que en esa zona de la estepa neuquina no hay una oferta variada, salvo la posibilidad de visitar y almorzar en algunas de las bodegas emplazadas en San Patricio del Chañar, entre las que se encuentran Familia Schroeder, Fin del Mundo, Secreto Patagónico y Peñaflor, que hace un par de años adquirió Bodega Patritti.

La novedad es que, aprovechando ese boom, Familia Schroeder está avanzando con la construcción de un mega complejo que se emplazará sobre un predio de 220 hectáreas (adquirido recientemente) y que incluirá un hotel enológico, chacras con viñas propias, departamentos para alquiler temporario, dos nuevas bodegas, cancha de polo y golf y diversos amenities, como salas de conferencias, spa y gimnasio.

El desarrollo, bautizado Patagonia Estate, demandará una inversión cercana a los u$s 8 millones y concluirá su primera etapa a fines del 2023, mientras que el proyecto global estará terminado para diciembre del 2027.

Así será el colosal complejo de vinos y Real Estate

El complejo Patagonia Estate, emplazado a menos de 50 kilómetros de distancia de la capital provincial, se está levantando sobre lo que fue la bodega Valle Perdido, construida entre 2005 y 2006 por el abogado Muñoz de Toro. Sin embargo, el negocio del y del hotel, que funcionaba en la misma nave que la bodega, nunca llegó a prosperar y todo terminó en la nada: hace ocho años el complejo cerró sus puertas y fue a remate.

Los Schroeder, que tiene su propia bodega pegada a este predio, ya están comenzando a trabajar en este edificio para reconvertirlo en un hotel (que se llamará “Pinot Noir House”) y que contará con 24 habitaciones, las cuales estarán habilitadas en marzo del año que viene. En el edificio también sumarán un restaurante y spa.

Además, construirán allí mismo un complejo de 90 departamentos de 1 ambiente y apuntarán a inversores: la primera etapa estará lista en diciembre del 2023 y la segunda, en marzo del 2025. Cada departamento de 22 metros cuadrados costará u$s55.000 y, según los impulsores de este proyecto, promete una rentabilidad del 14% anual en dólares a través de la modalidad de alquiler temporario.

Además, lotearán parte del predio para construir unas 150 “chacras vitivinícolas”, en cuatro etapas (a finalizar en diciembre del 2027). Las mismas contarán con 1 hectárea de viñedos propia y saldrán al mercado a un precio de u$s49.000 la parcela, con un retorno anual similar: 14% en dólares.

Según explicaron desde la empresa, estas chacras tendrán expensas pero las mismas podrán saldarse entregando la producción de uvas, si es que los propietarios deciden vendérsela a la bodega.

La idea es que el inversor pueda alquilar de manera temporaria su casa con viñedo propio, aprovechando el boom de Vaca Muerta pero, si lo desea, tener en San Patricio del Chañar un lugar para venir en cualquier momento del año, explicaron. Además (dato de color), los propietarios de estas chacras con viñedo recibirán a fin de cada año cajas de vinos personalizados.

Sin embargo, aseguraron que ningún inversor tendrá problemas o demoras para alquilar este tipo de propiedades: hay un déficit habitacional para la industria petrolera y hay muchísimos gerentes o perfiles ejecutivos necesitando una buena propiedad por varios meses”.

“Las viviendas estarán destinadas al rubro petrolero, apuntando a satisfacer la alta demanda de departamentos de residencia temporaria para las gerencias medias y altas que necesitan establecerse en la zona epicentro de la operación petrolera”, indicó Roberto Schroeder.

El proyecto no se queda ahí: los impulsores de Patagonia Estate trazaron en su masterplan un lago, una casa de huéspedes rodeada por una laguna, cancha de polo y de golf, salas de conferencias, áreas de coworking y gimnasio.

Además, dentro del complejo funcionarán dos bodegas: Alpataco, marca propiedad de Familia Schroeder, que levantará en ese predio una nave especialmente acondicionada para la elaboración de espumantes; y la nueva bodega de Patritti. Contabilizando todas estas inversiones, el desembolso global se estima que llegaría a los u$s15 millones.

Fuente: iProfesional