En Mendoza, la cultura del café va floreciendo poco a poco en locales que ofrecen a sus visitantes una experiencia diferente en torno a esta bebida. Desde el ruido de la ciudad hasta la tranquilidad de las montañas, las cafeterías de la región invitan a disfrutar de un momento de placer. En este recorrido, te invitamos a descubrir tres cafecitos que son una joya y capturan la esencia de esta tierra.
Un viaje a través del café y la cultura Sufí
Una puerta y dos ventanas azules se ven a lo lejos en medio de la montaña y de las callecitas de tierra en Las Vegas, Potrerillos. A medida que te vas acercando se ve un cartel de madera con letras blancas que dice: Sultán Café, slow coffee, variedad en granos de origen y en métodos, café otomano, chemex y otros.
La historia de El Sultán Café comienza con una visión familiar y un profundo respeto por la cultura sufí. Fundado Abdul Mayid y Aisha Duranti, este establecimiento es mucho más que una simple cafetería; es un tributo a la tradición sufi y al arte del café. “Apropiarnos de esa cultura no es poco. Se dice que “el café es el vino del Islam”, es la bebida por excelencia así como para el mundo cristiano es el vino. Es como un elixir asignado a cada cultura.” en voz de la dueña.
Para entrar al café hay que tener tiempo y estar dispuesto a escuchar, a observar cada detalle que habita en el lugar. Solo atienden ellos dos. Mayid, detrás de la barra, te cuenta la historia de ellos o su historia de pasión por el café, su cultura y la tradición en este mundo. Además, son excelentes anfitriones. Para la pareja, la especialización en café y la apertura de esta tienda fueron naturalmente complementarias, dado su vínculo con la Orden Sufí Naqshbandi y su maestro en Estambul, Mawlana Sheij Mehmet. En sus viajes por ese país, pudieron recoger el espíritu de la bebida siendo que las cafeterías existen allí desde el siglo XVI con su tradicional café o Kavhe con borra.
En Sultán Café realizan el café con el método que más le guste al cliente o con la sugerencia de Mayid que es quien lo prepara, entre ellos están los manuales como: Chemex, Aeropress, Syphon, Moka, Prensa francesa y V60. Además, ofrecen el refrescante cold brew, una delicia macerada en frío que cautiva los sentidos. Entre los granos que se pueden apreciar siempre esta el Etiopía, que es el de origen y para el café turco un grano de sabor más rústico y cremoso, no con dejo ácido o cítrico.
Al café lo acompañan postres turcos con historia y tradición. Todo elaborado por su dueña: como el Baklava, postre tradicional turco con masa philo nuez y almíbar. El Halva, una suerte de turrón blando hecho con un almíbar duro con tahini (pasta de sésamo tostada y prensado) y pasta de mani. El Harise postre elaborado con sémola, yogurt natural y almíbar. La torta Lefke de naranja, creada por Aisha, “su nombre menciona un lugar dentro de Chipre que es productor de naranjas las más dulces que te podés imaginar; también sede de un centro sufí que es luz y faro”. Entre otros clásicos, ya más locales, ofrecen tarta de ricota, de dulce de leche y coco, crumble de manzana, lemon pie, brownie o cheesecake. Y de opción salada, sandwiches con pastrom y muzzarella o muzza, tomate y oliva, croissant con pavita y queso y pan de aceituna con tomates secos. Los panificados se los compran a Felipe González que trabaja todo trigo orgánico procesado en su panadería.
Pero más allá del café, el Sultán Café ofrece una experiencia espiritual. La lectura de la borra del café, una práctica inesperada que encontró a Aisha en un cruce de caminos y se ha convertido, para muchos visitantes, en una parte integral de la experiencia. Esta forma de narrativa simbólica conecta con el corazón del otro y añade una capa más de profundidad a la experiencia del café.
Para Abdul y Aisha, cada taza de café sirve como un recordatorio de la unidad sagrada. Este cafecito está abierto de miércoles a domingo, e 9.30 a 20 horas. Está ubicado en Calle manantial 50, Las Vegas – Potrerillos, Mendoza. Sugerimos siempre llamar al 2613173162 por que como dice Aisha “la montaña tiene otros ritmos”.
Un vivero, un café
“La idea de combinar un vivero con un café no solo responde a una tendencia actual de diversificación de rubros para potenciar negocios, sino que también buscamos transformar la espera de los clientes en una experiencia más placentera y enriquecedora” cuenta Florencia Viel, propietaria de Lunta Vivero, donde hace un par de meses acaba de abrir Mononito, el hermano menor de Monono Café.
En ese lugar, uno puede disfrutar del encanto de comprar una planta mientras saborea un café sin prisas, o llevar consigo la computadora y entregarse a trabajar con serenidad disfrutando plenamente del aroma cautivador del café, las hierbas aromáticas o los panificados recién horneados.
En cuanto a la oferta, además de la variedad de plantas disponibles, se destaca la preferencia de los clientes por los plantines de huerta, aromáticas y flores comestibles. Mientras que en el ámbito gastronómico, el flat white se ha convertido en la bebida insignia de Mononito. Además ofrecen opciones como Americano, Espresso, Latte, chocolate caliente, infusiones, entre otros. Para comer, tostadas con variedad de acompañamientos, sandwichs en pan shoku o focaccia y medialunas. Variedad en pastelería, budines, cookies, alfajores. Opciones para veganos, sin gluten y bowls con frutas granola, yogur natural y mermelada.
Esta mega combinación es una propuesta atractiva para la gente, lo que genera un efecto positivo y es atractivo tanto para los amantes de las plantas como para los aficionados al café. Con miras al futuro, Viel adelanta la posibilidad de organizar eventos especiales que integren la experiencia gastronómica con la botánica como talleres temáticos que podrían ir acompañados de brunches o cafecitos.
Mononito en Lunta vivero abre de lunes a viernes de 9 a 14 y de 16 a 19 horas, y los sábados de 9 a 14.30. Están ubicados en Ruta 60 y Vieytes.
Arte y café en Los Toneles
A pocos minutos de la ciudad de Mendoza, La Casona Art & Café en bodega Los Toneles seduce a quienes la visitas. Todo esta cuidado, los detalles de la vajilla, la combinación de los colores, la calidad en la materia prima, hasta una habitación con juguetes por si la salida es en familia.
Ingresar a este mundo de aromas y sabores te va a acompañar por un rato a transportarte a otro lugar, sin saber muy bien donde estamos yendo. Su cafetería, con una selección de cafés de especialidad destaca la riqueza de los granos seleccionados meticulosamente. Desde el intenso ristretto hasta el latte con licor de avellanas, cada opción es se convierte en un acierto.
Al café lo acompaña su propuesta gastronómica con una variedad de platos salados como el sándwich tostado de pan hokkaido con jamón y queso o los huevos benedictinos en pan hokkaido con lomito y queso. Para los amantes del dulce, un festín de tentaciones aguarda: desde la cheesecake Margarita de lima y coco hasta la degustación de macarrones.
Para los residentes argentinos hay un 25% de descuento en todas las experiencias de su carta, válida hasta el 31 de mayo. Esta oferta exclusiva es ideal para disfrutar en familia o con amigos, añadiendo un toque especial a tu escapadita.
Dirección: Av. Acceso Este 1360 (Mendoza)
Horarios: Martes a Sábados de 9 a 22 horas y Domingos de 12 a 19 horas.