Cuando Michel Rolland llegó a Argentina, hace 35 años, el mundo del vino vivía otros escenarios, pero el paisaje del país lo cautivó. Enólogo experto, con fama mundial que lo llevó a asesorar a distintas bodegas de más de 23 países, vio en el nuestro, algo distinto.
Rolland es de una familia vinculada al vino, en Francia. Así creció y pasó su vida recorriendo países, asesorando, informando o guiando a distintas empresas que intentaban abrirse paso en la industria vinícola.
“Michel trabaja en muchísimos países y en ninguno fue inversor, pero sí lo hizo en Argentina”, destacó Gustavo Paolucci en un evento que se realizó en Bariloche y del que participó el experto francés.
Unos 10 años después de su llegada a Cafayate, un amigo de Rolland le comenta sobre la posibilidad de comprar tierras en Mendoza, pero el lugar que encontraron, era muchísimo mayor al que buscaba el enólogo. “Tenían en mente algo de unas 80 hectáreas y encontraron uno de 800”, dijo entre risas Paolucci.
Así fue como invitó a otros seis amigos a participar de un proyecto que denominaron Clos de los Siete y los inversionistas, todos de origen francés, apostaron por crear vinos en Argentina, precisamente cerca del valle de Uco.
“Clos de los Siete no es una bodega, como muchos asocian, sino un vino. El 80% se exporta a distintos países”, explicó Paolucci. Es que el proyecto, implicaba que cada uno de los viticultores franceses impulsara su propia bodega. Juntos, crearon este excelentísimo vino de nivel internacional.
Pero más allá de la inversión que Rolland decidió hacer hace más de 20 años, se caracteriza por ser “el gran impulsor del vino malbec en el mundo”, expresó el hombre.
Rolland, por su parte, relató que viene de una familia con viñedos en Francia y que en su recorrido por el mundo, pensó que si tenía un viñedo en otro país, “más allá de las heladas, granizos o los problemas que enfrentamos en Francia, voy a ser feliz porque en algún lugar voy a tener vino”, dijo entre risas.
El enólogo se refirió también al proyecto que comenzó en 1998 junto a otros seis inversionistas franceses. “Queríamos mostrar que los vinos argentinos tenían futuro y hoy están dentro de los 6 o 7 mejores del mundo”, indicó.
Rolland se reconoce un amante del malbec argentino. “Antes estaba plantando para elaborar cabernet porque era una moda. Puede ser un buen negocio la moda, pero hay que tener cuidado”, expresó y añadió que “hay una calidad de vinos fantástica en Argentina”.
Para Rolland, el malbec argentino, es la variedad con la que el país puede competir a nivel mundial y posicionarse entre los mejores. “No hay malbec de la calidad del argentino”, finalizó.
Fuente: ANB
Foto: Wine Style Travel