enero 2, 2024

Mendoza - Argentina

Temperatura en Mendoza:

Mínima 18ºC | Máxima 31ºC

enero 2, 2024

Mendoza - Argentina

Temperatura

Mínima 18ºC | Máxima 31ºC

¿Por qué tolerar la intolerancia?

El empresario José Zuccardi calificó de “absurda” la discusión y remarcó que Argentina sería el primer país productor de vino del mundo con prohibición absoluta

Está claro que la ley debe ser pareja para todos porque todos debemos ser iguales ante la ley, aunque algunos “privilegiados” no respetan este principio básico de la convivencia social. No obstante, hay cuestiones que se convierten en ley y no logran apaciguar la polémica generada. Como la Ley de Tolerancia Cero.

El 1° de enero del año en curso entró en vigencia la ley bonaerense 15.402, que modificó el Código de Tránsito, imponiendo la tolerancia cero de alcohol en sangre para los conductores en todo el territorio provincial. Lo que se aplica incluso en las rutas y autopistas nacionales que lo atraviesan, y que ya es ley en mitad del país. Pero el sábado pasado, en el tradicional desayuno que organiza la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia y ante el Ministro de Economía Sergio Massa, el bodeguero José Zuccardi, ex presidente de COVIAR, habló en representación del sector vitivinícola respecto al tratamiento del proyecto de ley de tolerancia cero. El empresario calificó de “absurda” la discusión y remarcó que Argentina sería el primer país productor de vino del mundo con prohibición absoluta.

“Está demostrado que los accidentes no los producen quienes tienen graduación menor a 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. Le pido a los legisladores que no aprueben la ley y si lo hacen, que las provincia no adhieran”, aseguró según publicó Infobae. Acá no se trata que las provincias que aún no avanzaron no lo hagan, sino que las que lo hicieron revean la aplicación de dicha ley.

Seguro que para muchos puede sonar polémico, por eso los invito a que juntos hagamos ‘Polémica en el Wine Bar”.

Intolerancia es, la actitud de una persona que no respeta las opiniones, ideas o actitudes de los demás si no coinciden con las propias. Mientras que a nivel de un organismo, tolerancia refiere a su capacidad para resistir y aceptar el aporte de determinadas sustancias, en especial alimentos o medicamentos. Y el vino es un alimento, que contiene alcohol obtenido de manera natural en su proceso de elaboración. Pero como afirma “Pepe” Zuccardi, los accidentes no los producen los que disfrutan de un par de copas de vino en el almuerzo o la cena, sino aquellos que se exceden en la ingesta alcohólica.

Acá empieza la polémica, porque para muchos, si se permite tomar y manejar se está fomentando los accidentes de tránsito. Yo tengo 53 años (soy cosecha 70’, muy buena por cierto), y recuerdo muchos momentos de diversión. Cuando era chico los de mis padres, desde que pude manejar (autos y motos) a los 18 años, y más desde los 29, que me dedico al vino. Y puedo asegurar que el disfrute del vino no tiene nada que ver con los excesos; los excesos tiene que ver con las personas. Entonces es más un problema cultural de la sociedad, y no por eso hay que castigar a una industria, justo en un año que pinta mucho más difícil. Tampoco estoy diciendo que tomar dos copas de vino sí pero cerveza y bebidas blancas no. Lo que intento demostrar es que la culpa no es del vino sino de los consumidores que se exceden en su consumo alcohólico, y que la mayoría no lo hacen con vino. Es más, si la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja no superar las dos copas de vino o cerveza en hombres (entre 20 y 24 gramos de alcohol) y la mitad en mujeres; malo no debe ser su consumo. Imagino que los países del primer mundo, principalmente los productores de vino, tienen este dato en cuenta para no imponer la tolerancia cero, y por eso van desde 0,02% hasta 0,10% de alcohol en sangre; Estados Unidos 0,08%, Francia 0,05%, al igual que España, Italia, Alemania y varios otros países de dicho continente, por ejemplo.

La problemática que puso sobre la mesa José Zuccardi es que por este camino el consumo interno se va a desplomar, y es justamente lo que no necesita la industria vitivinícola, que tantos esfuerzos ha hecho por hacernos quedar bien en el mundo. Porque se puede soportar un año de cosecha magra como este 2023 a raíz de las inclemencias del tiempo, ya que eso es uno de los principios de la agricultura. Pero el valor agregado que le ha dado el vino a un producto agropecuario no lo ha logrado ningún otro producto del campo. Es diverso y ofrece propuestas de excelente relación calidad-precio en todos los segmentos. Y justo en su mejor momento cualitativo, en lugar de empujarlo, desde el gobierno parecen querer frenarlo. No lo digo por el “dólar Malbec” que ojalá ayude un poco, sino por lo que está generando la Ley de Tolerancia Cero, que quiero creer que no es una represalia más del Gobierno Nacional para con Mendoza, principal productor de vinos del país.

Se que muchos indicadores muestran que han bajado los accidentes viales desde la  implementación de esta ley. Pero también me consta que los jóvenes han cambiado sus hábitos. No es que han dejado de consumir bebidas en la previa, sino que consumen más que antes y se juntan para trasladarse con algunas de las alternativas de transporte público. Esto demuestra que el problema de fondo no se solucionó.

Y además, a los grandes, aquellos que realmente disfrutamos el vino, nos han complicado la vida. Porque ya no se puede programar una salida tranquila, y mucho menos disfrutar de una fiesta como se debe. Y la solución no es ir en transporte público, porque no hay suficiente o se torna impagable de acuerdo a la distancia a recorrer. Tampoco es ir y no tomar nada, porque para la mayoría de las personas forma parte del disfrute.

Me pregunto, si durante tantos años no pasó nada, por qué ahora. Si el problema son los jóvenes; que hoy son muchos más que en los 80’ y los 90’, y por ende hay más autos en la calle en las noches; hay que poner más controles en los puntos clave y actuar con firmeza. Pero no hacer sentir culpable a la persona que trabaja, paga sus impuestos y lo único que quiere en sus momentos libres es salir con su pareja o amigos a disfrutar una comida con un rico vino.

¿Cuánto vino puede tomar una persona a lo largo de una cena? Los que trabajamos alrededor del vino lo sabemos muy bien. Media botella es mucho más que suficiente para la media (375cc), es decir dos copas de 125cc. Durante la comida, con agua y, muchas veces, un café, no pasa nada. Y si se dice que los reflejos no son lo mismo, entonces tampoco se podría salir a la calle cansados, luego de un largo día laboral. Y así, en pocos meses estaríamos todos encerrados y caminando por las paredes. Tal como sucedió en pandemia. Por su parte, otros pueden tomarse solos una botella (4 copas) o más. Pero esos saben que han pasado el límite, y en ese caso pueden ceder el volante o bien dejar el auto en el lugar y pasarlo a buscar el día siguiente. Eso es lo que le sucede a las personas grandes que disfrutan el vino y quieren salir a cenar tranquilos con su pareja o amigos, pero esta ley no los deja. Por eso, peligra el consumo interno de vinos, aunque no de las demás bebidas, ya que los jóvenes rápidamente se adaptaron. ¿Qué se va a hacer? En el momento en el que se están haciendo los mejores vinos argentinos de la historia, más castigados que nunca por la inflación y soportando infinidad de trabas para ser competitivos a nivel mundial ¿Se va a apuntar a que la gente tome menos y por ende a que el consumo y las ventas caigan? O en cambio se va a apostar por una campaña cultural como gran país productor que somos, con una Capital Mundial del Vino (Mendoza) y una Capital Latinoamericana de la Gastronomía (CABA), para fomentar el consumo responsable y el respeto por el otro desde las escuelas. Quizás, si probamos con esas cuestiones más básicas nos llevemos la sorpresa que no solo los índices de accidentes viales decrezcan en serio, sino también que el consumo excesivo del alcohol en los jóvenes desaparezca, y así el futuro del país sería tan promisorio como lo es el del vino argentino.

Por eso, como Pepe Zuccardi y muchos otros, propongo convertir ese oxímoron de Tolerancia 0 (que en realidad significa intolerancia) en una verdadera Tolerancia. Aunque sabemos que en este país cuesta mucho respetar las opiniones, ideas o actitudes de los demás si no coinciden con las propias.