Hace un par de semanas hubo otra buena noticia para el vino argentino, porque en un concurso internacional un Malbec nacional fue destacado como el mejor de su categoría, obteniendo Medalla de Oro (93 puntos). Además, fue elegido como “vino del año” en dos categorías: Mejor Varietal del Año Malbec y Mejor Vino del Año de Argentina. La noticia trascendió como “el mejor Malbec del mundo es argentino… ¡y cuesta menos de 7000 pesos! Sumando el efecto potenciador de las redes sociales, en pocas horas se armó un gran revuelo. El vino es el Trapiche Tesoro Malbec 2022, y se suma a todos los logros internacionales de esta gran bodega argentina. Pero también deja al desnudo una cuestión tan polémica como confusa. Porque si bien es una noticia para celebrar, por otra parte, hay un mensaje entre líneas que no se puede dejar pasar. Dejando de lado que a todos nos gustaría disfrutar los mejores vinos pagando lo menos posible, hay algo acá que no cierra. Por un lado, porque se sabe que un vino con un precio global de alrededor de 10 dólares tiene un objetivo y una misión clara que cumplir; ser agradable a la primera copa y ostentar una gran relación calidad-precio para que los consumidores se enamoren de la etiqueta y adopten el vino para disfrutar lo más seguido posible. Es decir, que desde el vamos, la intención de la bodega ni del hacedor (Trapiche y Sergio Casé en este caso) fue poner en el Tesoro, el mejor Malbec del mundo. Claro que deben estar todavía celebrando. Pero no solo Trapiche tiene varios Malbec de mejor calidad que ese, sino que todas las demás bodegas también. Porque hacer un gran vino no es tan fácil, hay que invertir muchos recursos y tiempo, y es imposible llegar al público a menos de diez dólares. No por casualidad (ni magia), los vinos mejor puntuados del país son a base de Malbec y sus precios oscilan entre 70 y 200 dólares. Además, suelen ser de producciones limitadas y de lugares especialmente elegidos y tratados, en los que se invierte mucho tiempo en observación para entender cuán especial puede ser. Luego se elaboran varias microvinificaciones hasta dar con el vino deseado. En el caso de Tesoro Malbec, las uvas provienen de viñedos antiguos, ubicados en La Consulta, en el extremo sur del Valle de Uco (Mendoza). Pero es obvio que no puede ser el mejor Malbec del mundo, aunque eso no le quita haber ganado el evento. Los Sommeliers Choice Awards 2024 se realizó en Chicago, y reunió unas 1500 etiquetas de 30 países. El jurado estuvo integrado por algunos de los sommeliers más destacados en los Estados Unidos. Tienen como objetivo ser una referencia confiable para el retail (compradores y sommeliers). Ellos degustan primero todos los vinos a ciegas y luego analizan el packaging, que se tiene en cuenta para la calificación final.
Y si bien es un vino difícil de conseguir más allá de la bodega y de la tienda on line, ahora todos lo van a querer probar, pero no pensando en que es “el mejor Malbec”, sino que es un vino que da mucho por solo $7000. Sin dudas, un tesoro (vínico) para descubrir.