Ubicado estratégicamente frente a la histórica bodega Norton, Luján de Cuyo, este bodegón es mucho más que un simple restaurante; es un santuario gastronómico que rinde homenaje a las tradiciones argentinas: embutidos caseros, sopaipillas, buñuelos de verdura y comida de casa hecha por sus dueños (Mario Alberto González alias el “Chipica” y su esposa Olga).
Desde el momento en que se cruzás la vereda, los visitantes se encuentran con una serie de objetos que llaman la atención: un Peugeot 504 amarillo, una rueda de carreta, un cartel con la ilustración de un gaucho, otro con el menú del día, sillas y mesas de madera, y un enorme anuncio tallado en madera que dice así, “Bienvenidos al Puesto de Jamón Crudo del Chipica”. La esencia comienza apenas uno llega. La decoración interior, adornada con fotos históricas, guitarras, botellas antiguas de todos los tamaños, banderas de Argentina y Boca, transporta a un viaje en el tiempo, donde la pasión por el fútbol, el folklore y la cultura nacional se dejan ver en cada rincón.
El menú, compuesto en un 80% por platos de producción propia, ofrece una experiencia gastronómica auténtica que captura los sabores tradicionales de Argentina. Se paga un precio fijo, que incluye: una entrada con empanadas fritas caseras, embutidos, aceitunas, pickles, buñuelos de verdura, pan casero, vino artesanal, soda en sifón o agua. Como plato principal, hay varias opciones, que varían según lo que se haya cocinado esa semana, incluyendo conejo al escabeche, lentejas, pastel de papas, osobuco, locro, entre otros. De postre, se ofrecen vigilante, peras al vino tinto y otras deliciosas opciones.
La chimenea, que arde sin cesar durante los meses fríos, no solo da calor en otoño e invierno, sino que también alimenta los braseros que Chipica coloca debajo de las mesas. Esto recuerda a tiempos pasados, cuando las familias se reunían en torno a la comida para compartir momentos inolvidables.
Este lugar no es solo un restaurante, es una experiencia cultural que celebra la identidad argentina en su máxima expresión. Con su atención meticulosa a los detalles, este bodegón es un destino imprescindible para quienes buscan no solo comida casera, sino vivir desde adentro la rica historia y tradición de Mendoza.
Dirección: Ruta 15, km 23 de Perdriel (Luján de Cuyo).