Rosell Boher Lodge lanzó una nueva añada de su aceite de oliva Olivares del Lodge. Es un blend de empeltre, frantoio y arauco, variedades que conforman una partida muy escasa, de una acidez inferior al 0.2% y que sólo puede disfrutarse en el complejo que tiene la bodega en Alto Agrelo, Luján de Cuyo.
La nueva producción de partida extremadamente limitada, rescata el origen de los viejos olivares que circundan el predio y se encuentran entre los más elevados del mundo, dando como resultado un aceite de oliva virgen extra de alta gama con una acidez inferior al 0.2%.
“Además del vino, por supuesto, hay pocos productos más identitarios de Mendoza que el aceite de oliva. Y, si como en este caso se trata de un virgen extra de altura, que refleja el terruño en cada gota, más aún”, describe Laura Morresi, Oilmaker de Rosell Boher Lodge.
El método de elaboración es el toscano, que cosecha y procesa en el momento y al pie de los olivares. Tiempo de amasado corto y temperatura controlada donde no se superan los 27 grados centígrados en el proceso, y un riguroso control, aseguran la calidad del producto final.
En especial, el Blend 2022 se presenta muy armónico y complejo, con aromas herbáceos y retrogusto persistente. Sobresale una gran elegancia; donde los dulces, picantes y amargos están perfectamente amalgamados.
“Lo que buscamos al momento de producir nuestro propio aceite, no es sólo contar con un producto exclusivo y de altísima calidad, como con todos los que disponemos en el Lodge; sino rescatar la esencia y la historia de la naturaleza que conlleva cada uno de los olivares, de la manera más pura posible”, amplía el concepto Alejandra Gil Posleman, Gerente General.
La partida limitada de Olivares del Lodge puede apreciarse a diario en los platos que componen todos los menús, degustarse por separado junto a una exquisita panera artesanal, o adquirirse exclusivamente en el Lodge en botellas de 500cc. a un precio de $3.000.
Fuente: Fabricio Portelli