El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) reconoció oficialmente a la localidad de Sarmiento, en el extremo sur de Chubut, como una nueva Indicación Geográfica (IG) para la vitivinicultura argentina. Formalizado mediante la Resolución 9/2023, la bodega Otronia, ubicada en Sarmiento, fue clave en la solicitud y obtención de esta IG que destaca que la zona posee características geográficas y climáticas únicas que influyen en la calidad y tipicidad de los vinos producidos allí.
El enólogo de la bodega, Juan Pablo Murgia comenta que: “las características particulares que tiene Sarmiento son bastante únicas, por eso decidimos desarrollar esta IG y gestionarla. El clima es uno de los factores más preponderantes en Sarmiento, donde está ubicado el viñedo de Otronia. Principalmente es un lugar que está definido por el frío. Si bien la Patagonia en general es una región fría, Sarmiento está en el centro sur. Si uno piensa en la Patagonia, puede empezar a hablar de La Pampa, pero acá estamos a casi 2.000 kilómetros de esa distancia. Claramente este es uno de los lugares más fríos para hacer viticultura o agricultura en la Argentina. El paralelo 45 es lo más al sur que se ha llegado en Argentina, en Sudamérica y en el mundo”.

Situada a orillas del lago Musters, casi en el límite con Santa Cruz, Otronia tiene 51 hectáreas de viñedos orgánicos plantados sobre el paralelo 45°33′ Sur. Las variedades cultivadas incluyen: Pinot Noir, Merlot, Chardonnay, Gewürztraminer, Torrontés, Malbec y Pinot Gris.
Con temperaturas que en invierno pueden llegar a los -20°C, Murgia describe: “lo más interesante son las mínimas de la primavera, que es donde realmente la planta está activa. Ahí podemos tener mínimas de 4 o 5 grados bajo cero en plena primavera. Eso es lo que lo hace tan especial y desafiante a este terroir. Y el otro gran factor climático es el viento. Todos los que conocen la Patagonia saben que está definida por los vientos, que vienen del océano Pacífico del otro lado de la cordillera. Al ser tan baja la cordillera en la latitud de Sarmiento (unos 800 a 900 metros) la presión del océano Pacífico es mucho más fuerte que en Mendoza. Por eso, el viento es el factor climático más extremo de este lugar”.
Respecto de los suelos, nos explica: “Es un lugar seco, una estepa desértica, como gran parte de la Patagonia Argentina. El 80-90% de la Patagonia es una estepa árida y desértica. Ahí es donde está Sarmiento. Donde estas condiciones realmente forjan unas características únicas. Creo que los vinos de Otronia lo vienen demostrando desde nuestro lanzamiento de la cosecha 2017 hasta la fecha”.
El suelo de la zona es de origen lacustre, con arcillas, rocas de origen fluvial, aluvial y arenas eólicas. Todo sto contribuye a la producción de uvas orgánicas libres de enfermedades.

En cuanto a las características organolépticas que tienen los vinos de esta IG, Juan Pablo Murgia manifesta: “las características que la definen (frío, viento, suelos de arcillas lagunares) le imprimen a los vinos un carácter único, con una acidez muy especial y definida. Pero sobre todo fineza y elegancia. La verdad es que los vinos que estamos haciendo hoy en Sarmiento son vinos de clase mundial, muy profundos y muy finos, elegantes, con intensidad frutal y mucha personalidad”.
Al estar tan al sur, hace que los viñedos tengan mucha luz a pesar de tener un clima frío. Al respecto, Murgia explica: “a pesar que el ciclo vegetativo de la vid sea más corto, no significa que la madurez sea deficiente. Al contrario, esta luz ayuda a compensar ese ciclo corto y te permite tener igual una muy buena madurez y desarrollar aromas y sabores. Los vinos son muy intensos y muy sabrosos. Pero al mismo tiempo con una acidez muy definida. Es una combinación de buena acidez, con buenos valores de alcohol. Además, son muy aromáticos”.

“Todos estos factores (suelo, clima y los vinos) y cómo nosotros interpretamos todo este lugar te impulsan a poder definir una IG. Básicamente un lugar específico geográficamente delimitado donde el cultivo de la vid y el vino tiene características específicas y eso es lo que hicimos con Sarmiento”, aclaró el enólogo.
El clima extremo tiene pros. Entre los aspectos positivos destacamos la sanidad de la uva y el hecho de estar a salvo de enfermedades de la planta. Y entre las contras se la más importante es que el viento puede generar corrimientos impidiendo que haya uvas. En referencia a esto Murgia afirma: “No tenemos corrimiento porque protegemos la vid de manera muy efectiva. Hicimos un diseño antes de que se plante el viñedo. Es un diseño híbrido y es natural porque son árboles que son perimetrales a cada bloque. También usamos telas como las antigranizo. Gracias a eso se puede frenar la presión del viento. Sino, sería imposible. Directamente te quedas sin plantas. Una vez que se logra frenar la presión indirecta del viento, su influencia se transforma en un factor positivo. Genera una deshidratación de la humedad relativa a cero prácticamente. No existen las enfermedades de la vid. Es un lugar extremadamente sano. Nuestros vinos son certificados orgánicos y básicamente no hay que esforzarse mucho para hacerlo, es muy natural. Además, el viento genera una regulación de los rendimientos y engrosamiento de las pieles. Es una ayuda muy importante para un proyecto. Sobre todo, de vinos de la categoría ultra ícono, que es lo que nosotros hemos tratado de impulsar. La fruta que te entrega este lugar es tan noble, pura e intensa, que realmente los vinos son increíbles”.

Otras de las consecuencias de este clima de frío extremo es una técnica muy especial que deben aplicar en los viñedos para no perderlos. “Lo que evitamos para que no se congele o no se hiele. No solo las bayas, sino toda la estructura vegetal que está en ciclo verde. Hemos tenido en pleno verano heladas de 3 o 4 grados bajo cero. Lo que hacemos es generar una aspersión de agua continua en toda la superficie y con el contacto con el aire (que está bajo cero) se empieza a congelar. Esto hasta generar una capa de hielo de cierto espesor alrededor de toda la estructura. Esa capa hace un efecto como de iglú y adentro la temperatura es cero grados Celsius. Por ende, no hay daño celular. La planta y toda su estructura sobreviven. Cuando se eleva la temperatura durante el día, se funde el agua, la planta recupera y empieza a hacer fotosíntesis de nuevo”, concluyó el enólogo Juan Pablo Murgia.
La obtención de la IG Sarmiento posiciona a la región en el mapa vitivinícola mundial, destacando su potencial para producir vinos de calidad diferenciada y abre nuevas oportunidades para el enoturismo y la promoción internacional de los vinos de la Patagonia argentina.