La marca argentina La Pinocha Chocolates, que nació de la mano de una médica pediatra y una maestra hace menos de 30 años, está a punto de abrir su primer local en España.
La empresa nació en 1996, de la mano de la médica Julia Kalogerias y la maestra Ana María Terradas. Ambas vivían en Villa Gesell, una localidad de la Costa Atlántica de Buenos Aires, y compartían una pasión y un sueño.
“Decidieron incursionar en este mundo del chocolate gracias a diferentes viajes al exterior y a lo largo de nuestro país, en los cuales se fueron instruyendo en la materia y empezaron a desarrollar muchas de las recetas que hoy seguimos implementando”, señala Emiliano Baratz, actual CEO de La Pinocha Chocolates.
La empresa la fundaron en Mar de las Pampas, muy cerca de las viviendas de las creadoras, donde contaban con mayor espacio. “Las familias llevan 40 años viviendo en Villa Gesell. Si bien hoy es un punto turístico importantísimo, cuando iniciaron el proyecto de La Pinocha, el entorno era solamente de bosque, mar y había mucho por hacer”, cuenta Baratz.
“Incluso, inicialmente los dos locales más grandes del “Paseo de La Pinocha” (como se llamaba el lugar) eran casas destinadas para alquiler de verano”, agrega.
Aquella primera fábrica, marcó el camino de la empresa familiar que se abriría camino a pura dulzura en toda la Argentina. Allí cuentan con 23 locales. El modelo de negocios que han desarrollado se basa en las franquicias.
Las fundadoras de La Pinocha.
El primer destino internacional de la marca ha sido España. El local ya tiene sitio en Alicante y desde la compañía muestran grandes expectativas.
“El país en general, y la comunidad valenciana en particular, tienen un fuerte arraigo en la cultura del chocolate. Al ser una ciudad costera con mucha afluencia turística entendimos que comercialmente es ideal para que la gente nos empiece a conocer y nos asocie emocionalmente a un lindo momento como son las vacaciones”, considera el CEO.
Si bien Alicante será la primera sucursal, ya avanzan también en otras tres aperturas en otras zonas. “Apostamos a repetir el éxito que estamos teniendo en la Argentina. Con el paso de los años hemos recibido muchos pedidos y propuestas para que La Pinocha llegue a diferentes países de todo el mundo”, cuenta.
“Somos optimistas, pero en su justa medida. Queremos crecer e ir aprendiendo día a día”, cierra Baratz.
Fuente: El Cronista
Foto: archivo