Un vermouth argentino fue premiado en los World Drinks Awards como uno de los cinco mejores del mundo y el mejor en su categoría. Creado por la bartender Gisella Jaime, el vermouth Pocimario rosado seco no solo se llevó la medalla de oro en la categoría extra dry, además fue galardonado como el “Mejor vermouth extra dry del mundo”.
Lanzados en 2007, los World Drinks Awards son premios globales que seleccionan lo mejor de todos los estilos de bebidas alcohólicas en más de 35 categorías que incluyen whisky, gin, vodka, tequila, vino espumoso, cerveza, entre otros. Las cinco categorías de vermouth que compitieron fueron Extra dry, Dry, Semi dry, Semi sweet y Sweet y cada una tuvo un ganador global.
El jurado está compuesto por expertos en la industria, incluyendo sommeliers, periodistas especializados, distribuidores y otros profesionales del sector que realizaron la degustación a ciegas para los premios en Norwich, Reino Unido.
Gisella Jaime.
Cómo es el vermouth argentino premiado
“Esta competencia es una de las más importantes en este rubro. Y estamos muy contentos. Competimos con otras 40 marcas de todo el mundo en la misma categoría”, declaró Gisella a Clarín Gourmet. Es la primera vez que participa en un evento internacional de este calibre con una botella de Pocimario: “Mandamos las muestras a Londres en enero y recibimos la noticia el miércoles de la semana pasada”, explica la bartender.
“La emoción fue doble porque primero recibimos el mail donde nos anunciaban la medalla de oro en nuestra categoría. Pero al ratito recibimos el anuncio que habíamos ganado como Mejor vermouth extra dry del mundo 2024”.
Pocimario nació hace 3 años y el rosado seco fue el primer producto que lanzó Gisella: “No había mucha oferta en vermouth extra dry. Estaba el líder de mercado a nivel industrial que es Martini y dos o tres marcas artesanales argentinas pero que eran más amargos que secos”, explica.
“La diferencia con un industrial es que ellos manejan otros volúmenes. Todos partimos de vino, aunque en el nuestro se siente más la presencia vínica”, explica. “Los pequeños productores usamos uva madura con carga aromática y de sabor a vino y los industriales usan vino de uva pre madura, que es una uva fofa, es como una hoja en blanco a la que le añaden botánicos”, describe.
Gisella detectó un nicho sin explotar: el de los paladares a los que el dulce no les seduce tanto. Pero esa falta tiene una razón: “El vermouth seco no es un producto que se consuma mucho como sí se vende el rosso”, señala.
“Quería aportar a la categoría vermouth con un sabor distinto”. Para eso elaboró un seco fuera de lo tradicional que se hace a base de vino rosado y más especiado que herbal y floral. Utiliza vino torrontés riojano con el objetivo de darle visibilidad a nuestra cepa nativa. Al no poder usar colorantes industriales para que sea un rosado le da color a la bebida con un toque de malbec.
“Al ser seco es super gastronómico, es como tomarte un vino aromatizado y especiado”. Por eso marida bien con pizzas, pastas, empanadas y el tapeo que tan de moda está hoy en la escena gastronómica. “Recomendamos que se animen a probarlo solo, en vaso corto con mucho hielo y una rodaja de naranja. Con la sidra queda muy rico también”.
Si bien Gisella es cordobesa su pequeña fábrica se encuentra en Rosario donde además produce aperitivos y licores junto con su marido el bartender Matías Jurisich. En Buenos Aires Pocimario se consigue en Winemakers (Montevideo 1444), un wine bar de Recoleta. La botella vale $ 14.000.
Fuente: Clarín Gourmet