Ubicado en Balcarce, al sur de la provincia de Buenos Aires, Trufas del Abra forma parte del grupo La Gloriosa de Jorge Pérez Companc, cuya dedicación a la excelencia se refleja en proyectos innovadores como la emergente bodega Puerta del Abra.
Bajo la gerencia de Delfina Pontaroli, Licenciada en Producción Vegetal, la empresa inició su incursión en este proyecto 2019, explorando nuevas oportunidades de nicho, con la idea de optimizar el uso de suelos que para la agricultura tradicional de región son menos productivos, se pensó que la trufa negra podría adaptarse muy bien a este lugar.
Desde sus comienzos con media hectárea de Quercux ilex en 2019, Trufas del Abra ha expandido su operación a 10 hectáreas en 2024, con aproximadamente 400 plantas por hectárea. Durante todo el camino fueron asesorados por expertos internacionales en la materia. La primera cosecha comercial está superando todas las expectativas, destacándose por su calidad y rendimiento.
El proceso de recolección de la trufa es meticuloso y respetuoso con el entorno. Guiados por Ricky, un perro especialmente entrenado para detectar trufas, el cosechero realiza la extracción manualmente, garantizando la preservación de cada ejemplar. Las trufas son clasificadas minuciosamente por tamaño, forma y calidad para asegurar la excelencia y responder a la demanda.
“Este año, estamos emocionados de poder abastecer a la gastronomía local con nuestras trufas negras”, señaló Delfina Pontaroli. “Nuestra logística de entrega está diseñada para mantener intactas las propiedades organolépticas de cada trufa hasta su destino final”, agregó.
Además del compromiso con la calidad, Trufas del Abra prioriza la sostenibilidad ambiental. Adoptando prácticas agrícolas que respetan el medio ambiente y preservan los recursos naturales, la compañía se compromete a mantener la tierra productiva para las generaciones venideras.
Particularidades:
A grandes rasgos el cultivo de trufa requiere una preparación especial del suelo, porque si bien no hace falta que sea súper fértil debe tener ciertas condiciones de estructura y de pH.
La trufa negra o Tuber melanosporum es un tipo de hongo muy particular de micorrizas que forma una asociación simbiótica con la planta. Esto quiere decir que la planta le da un beneficio al hongo y a cambio el hongo le da un beneficio a la planta. En este caso, la planta le aporta nutrientes y un vehículo para crecer que son las raíces y el hongo le da a la planta fósforo que absorbe desde el suelo. Una vez que se forma la trufa, que se da en el invierno y más o menos a los 5 años de que uno planta el plantín para producción, esa esa trufa se desvincula de la planta y se la cosecha.
¿Cómo se realiza la cosecha?
En Trufas del Abra, la cosecha es realizada con perros entrenados para detectar las trufas. Nuestro protagonista es Ricky, de raza teckel pelo duro.
En los primeros días de la truficultura, los agricultores contaban con la astucia de los cerdos. Guiados por su olfato excepcionalmente agudo, los cerdos eran los compañeros perfectos en la búsqueda de trufas. Sin embargo, esta asociación tenía sus desafíos, ya que también tienen la tendencia de querer saborear la recompensa, sumado al tamaño del animal y la dificultad para manejarlo. Con el tiempo, la truficultura evolucionó hacia métodos más controlados y eficientes. La utilización de perros adiestrados para la cosecha de trufas se convirtió en una práctica común.
Categorías:
En trufas del Abra cosechamos tres tipos de trufas:
Primera
Forma y Tamaño: Trufas enteras y de forma regular.
Aroma y Sabor: Intenso y complejo.
Uso Ideal: Platos gourmet donde la presentación es clave.
Primera en Trozos
Forma y Tamaño: Trozos de trufas de Primera.
Aroma y Sabor: Igual de intensos que las trufas enteras de Primera.
Uso Ideal: Perfectas para salsas y pastas.
Segunda
Forma y Tamaño: Trufas irregulares y más pequeñas.
Aroma y Sabor: Menos intensos pero aún característicos.
Uso Ideal: Infusiones, aceites de trufa y platos donde la apariencia no es primordial.
¿Cuál es la forma de conservación y vida útil?
Conservación: una vez lavada, clasificada, se envasa al vacío y se comercializa en el plazo de los 10 días siguientes para que no pierda características organolépticas. En el caso de excedentes, se congela, y sale al mercado como trufa congelada fuera de temporada, a un precio inferior que el valor en fresco. El uso recomendado a nivel gastronómico es de forma rallada sobre el plato.
¿Cuáles son los valores?
La comercialización mínima es de 200 gramos.
Primera: 1600 USD x Kg.
Primera en trozos: 1200 USD x Kg.
Segunda: 600 USD x Kg.
Con su primer lanzamiento comercial, Trufas del Abra invita a los amantes de la alta cocina y la gastronomía a descubrir la esencia única de la trufa negra, ahora disponible directamente desde Balcarce para todo el país.