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Una porción de Francia en el corazón de Las Compuertas

Château Cheval Blanc y Terrazas de los Andes se unieron para crear en Mendoza la bodega Cheval des Andes. The Wine Time dialogó con su enólogo Gerald Gabillet, sobre el único vino que elaboran (un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot) y sobre muchos aspectos vinculados con este ambicioso proyecto.

“Savoir faire” es una expresión muy famosa de Francia que hace alusión al arte de saber disfrutar de la vida. Y mucho saben de esto los galos gracias a su gastronomía y vinos. Cheval des Andes no es la excepción de esta regla. “Cheval des Andes es una empresa un poco diferente en cuanto a las bodegas clásicas que tienen dueños. Nosotros somos la colaboración de dos bodegas. Una bodega argentina, que pertenece a un grupo francés (Terrazas de los Andes). Y del otro lado, una bodega francesa bastante famosa en la industria vitivinícola, que es Château Cheval Blanc (ubicada en Saint-Emilion, Bordeaux) que es uno de los vinos icónicos de la industria a nivel mundial”, explica Gerard Gabillet.

Ubicada en el corazón de Las Compuertas, la finca tiene 32 hectáreas en las cuáles plantaron: Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y algunas parcelas de Cabernet Franc y Merlot. Además, la bodega tiene otra finca de 15 hectáreas de Malbec en Altamira.

¿Cómo surgió Cheval des Andes?

El proyecto tiene 25 años. Fue creada por dos personalidades de la industria. De un lado Pierre Lurton, que es un personaje famoso en el mundo del vino. Junto con una eminencia de la enología de Argentina, como es Roberto de la Mota. Él era Director de Terrazas de los Andes en 1999. Crearon Cheval des Andes fusionando el nombre de los dos proyectos. El objetivo era claro, hacer un Cru. Y no sólo una marca, definir viñedos y de hacer el vino solo con uva propia. Esa era la prioridad. Y la idea de Pierre Lurton y Roberto de la Mota siempre fue hacer un blend. Hacer sólo un vino, como un modelo bordelés, que querían importar y desarrollar. Un corte de Malbec con Cabernet Sauvignon. Comenzaron con eso. Y con el paso del tiempo hemos plantado un poquito de Petit Verdot, de Cabernet Franc y de Merlot. Nos dimos cuenta de que en este terroir de Las Compuertas el Petit Verdot funcionaba. Pero el Cabernet Franc y el Merlot no nos dieron resultados al nivel que esperábamos. Entonces es un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y algunas añadas con un toquecito de Petit Verdot.

¿Por qué eligieron a Las Compuertas para establecerse?

Pierre Lurton estaba buscando un viñedo especial y Roberto de la Mota le mostró estas 32 hectáreas en Las Compuertas. Aquí había algo muy especial para nosotros, que en Europa quedó extinguido por las dos crisis de la filoxera. Me refiero a un viñedo de pie franco plantado en 1929. Llegar a Mendoza y encontrarnos con eso fue como cruzarnos con parte de nuestra historia. Sobre todo, por el Malbec que era una de las dos variedades más importantes de Bordeaux antes de la filoxera. Luego fue reemplazado por el Merlot y así casi fue desapareciendo. Hoy en día, de a poco, el malbec está volviendo en Bordeaux (entre otras cosas por el cambio de clima).

También tienen un viñedo en Altamira…

Sí, Roberto de la Mota también le mostró una finca a Pierre Lurton hace 25 años en Paraje Altamira (Valle de Uco). Son 15 hectáreas de Malbec con pie franco de 1945.  

¿Por qué decidieron plantar Cabernet Sauvignon en Las Compuertas?

Lurton observo que además del patrimonio que tenía la finca, tenía potencial de un terroir interesante para plantar Cabernet Sauvignon. El Malbec es la variedad insignia de Argentina, pero vio que había potencial para otras variedades. Identificó en una parte de la finca suelos un poco más profundos con arcilla y su interpretación fue la de plantar esa variedad. La idea era hacer el corte histórico de Bordeaux de Malbec/Cabernet Sauvignon y recrear un poco de la historia bordelés a más de 12.000 kilómetros de distancia.

¿La cantidad de hectáreas que tiene el proyecto también es un concepto bordelés?

Sí, nosotros tenemos en total 47 hectáreas y Château Cheval Blanc tiene 46. Sabemos manejar ese tamaño de viñedos al detalle. Cada cuartel es diferente. Dentro de cada uno hay partes que diferenciamos y el objetivo es ir más y más al detalle para buscar hacer la mejor uva posible. Nosotros cuando hablamos de Cru o Grand Cru hablamos de vinos hechos con uva propia y queremos reflejar dentro de la copa nuestros dos terroir haciendo un blend único de dos lugares lejanos, pero muy complementarios.

Las últimas añadas sacaron grandes puntajes de diferentes críticos internacionales que no comparten los mismos gustos, ¿Qué significa para ustedes esos logros con añadas distintas?

Todas las cosechas son diferentes, no hacemos el mismo vino cada año. Hay añadas frescas y otras cálidas. Pero para nosotros es importante que el consumidor encuentre en cada botella nuestra identidad, más allá de las características particulares de cada año. Pierre Lurton nos dio una identidad y nos pide cada año, sin importar el clima, que hagamos vinos frescos, y eso es un desafío en Mendoza. Entonces pasamos mucho tiempo en el viñedo para cosechar lo más temprano posible y mantener su frescura natural. Otro pilar clave de nuestra identidad que nos vincula directamente con Château Cheval Blanc es la elegancia y la fineza de los taninos. Por ejemplo, la 2017 es una cosecha famosa por los 100 puntos que obtuvo. Es una añada que nos encanta. Con más Malbec y se siente su presencia. Pero detrás el Cabernet Sauvignon va a hacer el trabajo en los próximos 10 años. Por eso es un gran vino de guarda.

Teniendo detrás a un gigante como Château Cheval Blanc, ¿Dónde está posicionado Cheval des Andes en el panorama internacional?

-Primero, el objetivo es posicionarnos como uno de los grandes vinos de América del Sur para luego ir a competir con los grandes de Europa y Estados Unidos…Y creo que vamos por buen camino. Para posicionarnos mejor, desde mayo de este año, oficialmente pertenecemos al grupo Vins d’Exception que nuclea a los vinos icónicos del grupo: Clos des Lambrays, Château d’Yquem, Château Cheval Blanc y Colgin Cellars. Toda su estructura de comunicación muestra a Cheval del Andes en el mundo. Y este reconocimiento no sólo es bueno para nosotros, sino también para los vinos argentinos en general. Es un vino argentino que está en la mesa de grandes bodegas como Château Cheval Blanc o de Château d´Yquem.