Qué lindo es dejar que los días nos sorprendan, que la rutina se transforme en pura celebración. Cómo ese domingo cuando una amiga llama a las 9.30 horas e invita al Valle de Uco, sin dar opciones para negarse, dice que en media hora te pasa a buscar. Atino a preparar café, ella lleva mate, y en poco más de 40 minutos somos cuatro chicas con los sentidos bien despabilados rumbo a Tupungato. Una de ellas andaluza, por tanto vamos sacando pecho de nuestra Mendoza y relatamos todo lo que se ve a través de las ventanillas. Apenas llegando a Ugarteche la copiloto empezó el mate, me prepara un té de menta y anís, mientras nuestra invitada se asombra del convite en un viaje tan corto. Entonces le comentamos de las ferias que se arman por esa zona de Luján de Cuyo, donde prevalece una extensa comunidad boliviana de agricultores, y ya no es uno sino cinco los sitios en que los feriantes comercializan todo tipo de productos industrializados y naturales, a esas horas de la mañana el trajinar es incesante.
El desvío hacia los Cerrillos, Ruta Provincial 86, con Cristo Rey custodiando el valle portentoso; las letras gigantes que arman la palabra Tupungato en el mirador necesario para todo el que quiera entender la magnificencia de esta tierra. Fotos y ese feedback con los que también se pararon allí para admirar el paisaje. Más adelante las vides que aparecen a los costados, tan cuidadas como tesoros de piratas de ultramar; los frutales cual estatuas recortadas en el prístino cielo del Uco. Ya a punto de brotar, bajo el esmero de los lugareños que elevan plegarias para que ninguna helada de las negras se lleve el año de trabajo, por eso los quemadores que encabezan las filas de árboles, por si las moscas. Un puesto de sándwich de jamón crudo, al que le hacemos honor. Kilómetros más tarde, otro escaparate hace gala de los frutos secos, nueces, pistachos y dulces caseros, compañía ocasional hasta llegar a los ciruelos en flor, con el Cordón del Plata cual cartel de neón atrás, en esta zona que a cada paso habla del quehacer centenario de los habitantes.
Session 1
Tenemos reservas en un restaurante, pero como vamos con tiempo una visita guiada a los viñedos orgánicos de Domaine Bousquet se nos antoja. Ahí nomás, Tupungato Divino, por la callecita de Los Europeos, tienta fotos para que no se nos olvide la riqueza de las escenas frente a los ojos. Sin escrúpulos con su ornamentación de plantas, tapa el telón de fondo. Una vez que se cruza la puerta el impresionante lienzo de montañas azules con nieves recientes, arremete por los ventanales. Por supuesto la mesa afuera, pues el sol mendocino lo amerita, el sonido del agua arrulla nuestros pensamientos al momento que el primer sorbo del Cabernet Sauvignon que elegimos da sentido a la celebración de este día, que podría ser uno más, pero no lo es.
Grisines caseros con salsa de perejil, pasta de ajo y queso azul agridulce seguido de un aperitivo con grappa abren la puerta para jugar. La entrada consta de Tostón de maíz con Bondiola braseada, provoleta de búfala, crema ácida. El estelar, a elección, ofrece pastas rellenas; Lomo con reducción de Malbec y mil hojas de papa al pesto; Pollo relleno con crocante de manzana y curry; Rack de cordero en barbacoa y cremoso de batata; Salmón con risotto de quinoa; Raviolones de berenjena y ricota de búfala (sin T.A.C.C) y la opción vegetariana de Cous Cous de invierno. Cabe destacar que Jennifer Sosa, la chef, está atenta a cada comentario y solicitud de los comensales de los cuales recibe solo elogios.
El paso dulce, tipo degustación, presenta Chocolate negro e higos. Creme brûlée de dulce de leche. Mousse de mandarina y Tierra de cacao con nuez. Un sacudón a las papilas gustativas, un mimo más de esta jornada que se niega a concluir, pues animarnos a los placeres es una decisión tomada como sabernos dispuestas a descubrir, a mirar y admirar, a dejarnos sorprender. ¡Salud!
Información:
Tupungato Divino. Precio menú $3.900. Opción salmón $4.500. Menú niños $1.700.
Cava de 200 etiquetas del Valle de Uco que van desde los $800 hasta más de $80.000.
Reservas: 2622 448948 / 49. Alojamiento: reservas@tupungatodivino.com.ar
Session 2
Nuevamente en camino en otra jornada que se aleja de lo corriente, por esto de celebrarnos, llegamos a Bodega Andeluna Cellars con la recomendación de disfrutar de la Experiencia Cabernet Franc, un menú de pasos maridados exclusivamente con esa cepa. Por la convicción de andar saboreando las horas y los días, sabemos que se trata de una propuesta única en Argentina y posiblemente en Sudamérica. Nos cuentan que el equipo de cocina, sommeliers y enólogos tardaron largos meses en amalgamar los platos con los vinos, con paciencia y obstinación crearon un producto único que enaltece el enoturismo mendocino. A las pruebas me remito.
La galería y los jardines de Andeluna Cellars, con mesas y livings apostados para el disfrute con total confort, nos regalan una de las más bellas postales del Valle de Uco. El sinfín de hileras de viñedos aún en reposo, la línea de pinos en el horizonte que se anteponen a Los Andes con sus sus tintes de blanco, saca suspiros. La brisa es una caricia que trae las risas de alguna mesa y a Alexis, quién hoy será referente del servicio. La copa de Blanc de Franc edición limitada, de un rosa translúcido resulta perfecto para iniciar la vivencia. Este Franc que pasó por la vinificación en blanco, tinto y rosado, resulta fresco y delicado para el primer paso del festín. Entonces, Puré de orejones de durazno, trucha curada, crema de queso de cabra, quinoa crocante, hojas de mostaza y berro, entonan -con sus contrastes- con la fluidez con la que bebemos el Blanc de Franc. Luego el Cordero en cocción prolongada, emulsión de manzana verde, hinojo fresco, ya insinúa las notas del Cabernet Franc de la Finca de 6 meses en barrica. Hay alguna reminiscencia de goulash, tan bien equilibrado con la acidez de la fruta, que queremos quedarnos aquí. Sin embargo, el transcurrir del menú depara una propuesta de rupturas y encuentros en sabores y texturas. La Pasta de remolacha rellena de zanahoria y cabutia asada, crema de hongos de pino, hongos frescos, queso morbier, del brazo del Cabernet Franc del Cuartel. Aquí el sabor terroso de los hongos de pino hace resaltar el dulzor de la pasta y la perseverante presencia del morbier, que sugiere cenizas, y que pone en primer lugar al vino con sus características, envolviendo la boca con delicadez sin invadir. El principal es un Filet Mignon, crema de almendras, pimientos encurtidos, ocas a la sal que se sirve junto al Cabernet Franc Pasionado. La contundencia del maridaje, si ya venía siendo claro, aquí se firma. Esos papines andinos que cocidos a la sal sacan un tono picante natural extraordinario, alineándose en las notas con los pimientos encurtidos, que en un bocado con la crema de almendras resulta absolutamente disruptivo y genial. Ya los aromas de pimientas y pimientos, la presencia de madera, algo de tabaco en la copa, dejan un retrogusto tan redondo como el menú. Miro las copas, repaso los platos e intento elegir el mejor, la pasta me sedujo debo decir, pero la elección es compleja. Por suerte caigo en la cuenta que no debo optar pues esta experiencia es una, segmentada, pero con un hilo conductor tan visible que solo queda felicitar a los creadores.
Tras el Sorbete de limón, tierra cítrica, que limpia el paladar, la Calicata de chocolate blanco, amargo y con leche, salsa de chocolate, chocolate blanco aireado, alfajor de algarroba y dulce de leche, en maridaje con el Cosecha Tardía Ensamble otoñal, no deja lugar a la imaginación. La definición y singularidad de cada uno de los chocolates se renuevan con el tardío. ¡Chapeau!
El chef tupungatino, Juan Pablo Miguez por fin se acerca a nuestra mesa. Queremos expresarle nuestra gratitud por este homenaje a la cepa y a los productos de la zona que tan bien trabaja en su cocina. Su humildad y timidez lo hacen sonreír, luego relata el proceso de cada paso compartiendo secretos. Y sí, ahora debemos repetir el concepto de celebración que se reitera en esta nota, pues el rescate de manos, mentes, productos y paisajes del Uco lo merece, ¡y cómo no! si logran aunarse en estas mesas para exaltar el esplendor de la región.
Información:
Bodega Andeluna Cellars, RP89 Km 11, Tupungato.
Tel.: 261 5089525.
Experiencia Cabernet Franc $ 13.250.
Session 3
Otro de esos días que se niegan a ser ordinarios nos encuentra camino a Tunuyán. Con otra mate y conductor designado. En esta oportunidad abrimos el abanico para disfrutar del movimiento en el agua, rafting en Río Extremo o alguna cabalgata que incluye la dosis necesaria de adrenalina en el bucólico paraje. Nada mejor que adentrarse en la aventura de observar el entorno desde otros ángulos, desafiando la potencia de las gargantas y la capacidad de captura de nuestras retinas.
La alternativa gastronómica en el mismo lugar es un almuerzo gourmet que reta las posibilidades del sitio signado por la vegetación autóctona, arbustos pequeños, tierra seca y el ronroneo del líquido elemento a escasos metros. Atrás quedaron los paneles fértiles, la producción agrícola, los frutales y las vides para dejarnos en una especie de páramo que de igual forma sugiere la celebración de la que venimos hablando. Del Río Wine Bar, un pequeño recinto de paredes y mesas de madera colorida, con el domo montado a orillas del Tunuyán, apela al olvido de las horas ajetreadas de la cotidianidad. Aceptamos. Es ahí cuando la chef Valentina Ruíz Dumit adapta sus platos con parrilla, olla de la abuela, horno de barro y todas las cocciones de antaño. Marida con los caldos de Karim Mussi, abriendo su apuesta con un papín al horno de barro con queso azul, seguido de Pincho de cerdo y ananá grillado a la parrilla, hojas verdes, mayonesa de jengibre bien acompañado de una copa de Abra Torrontés. El segundo paso a elección es un Ojo de bife con ragout de hongos, rústico de papas y emulsión de pimientos quemados; Ravioles de ternera al romero en su jugo -mi preferido- o Risotto rosso con Mascarpone casero y almendras tostadas -otro acierto- de la mano de Altocedro La Consulta Select Blend. Como corolario, sopa de frutillas con helado de crema; Pinchos de frutas con camisa de chocolate, helado y pariré de semillas maridado con Alandes Malbec.
La tranquilidad se respira en este punto exacto donde el astro rey se apodera de todo, las rocas hacen cantar al río y el chocar de nuestras copas sentencia la elección de llevarnos puestos los sabores, colores, aromas y texturas. Hasta la próxima.
Información:
Rafting: 8km, 1 hora aproximada. Clase III – Moderado.
$3000.
Rafting full day: 17 Kms. 3,5 horas de duración. Clase IV -V Moderado / Difícil. Edad mínima 14 años. $5.500 con almuerzo en el río.
En todos los casos incluye: Chaqueta y Pantalón Impermeable, Casco, Remo y Chaleco Salvavidas. Guía Profesional. Mini Curso, Charla de Seguridad. Consultar rafting de luna llena.
Cabalgata: 5 km en 1 hora, ideal para principiantes, $ 2.500.
Cabalgata: 12 km, 2 horas aproximadamente. $ 4.500. Incluyen: guía profesional, montura y caballo.
Río Extremo: Ruta 92 s/n. Dique Valle de Uco, Campo Los Andes, Tunuyán. info@rioextremo.com.ar. Cel.:0261-155711554.
Del Río Wine Bar: reservas 2612792940.
El valor del menú maridado por persona es $5500, el menú sin maridar $4500.