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Achaval Ferrer apela a la “micro diversidad” con un Malbec de Las Compuertas y otro de Chacayes

Siguiendo la filosofía de mínima intervención en bodega, en el proceso de elaboración se utilizaron barricas de segundo y tercer uso durante 13 meses de crianza. 

La bodega Achaval Ferrer lanzó una serie de vinos compuesta por dos Malbec que nacen a partir de viñedos ubicados en las apelaciones Luján de Cuyo y Valle de Uco, para descubrir las particularidades de los terroirs.

Achaval Ferrer Malbec Appellation Luján de Cuyo es un blend de Malbec provenientes de viñedos localizados en Las Compuertas, Perdriel y Agrelo. 

El viñedo de Las Compuertas le otorga elegancia y carácter floral, Perdriel le aporta intensidad y Agrelo, al tratarse de viñedos plantados en 1923, con casi 100 años de historia, le da fuerza, especias y potencia en mitad de boca.

Achaval Ferrer Malbec Appellation Valle de Uco es el blend de Malbec que surge de viñedos ubicados de Gualtallary, Chacayes y Altamira. 

Chacayes, en Tunuyán, aporta notas del pedemonte, hierbas de la montaña y aguaribay, un árbol regional; Gualtallary, en Tupungato, otorga potencia, desfachatez e intensidad provenientes de la altura; y Altamira, en La Consulta, debido al clima extremo combinado con la altura, provee mineralidad y un carácter más bien salvaje con taninos marcados.

“Achaval Ferrer Malbec Appellation nace en un gran momento de la bodega y la vitivinicultura nacional en donde además de consolidarnos como país elaborador de vinos de calidad, somos reconocidos internacionalmente por nuestros grandes Malbec”, explica el enólogo Gustavo Rearte.

Según Rearte, esta nueva serie llega en “un momento de madurez que invita a reconocer las denominaciones de origen en un país de grandes extensiones, para interpretar las características propias de cada una de ellas”. 

“Reconocer la micro diversidad es darle voz a los viñedos y dejar que ellos hablen a través de sus frutos”, concluye.

Siguiendo la filosofía de mínima intervención en bodega, en el proceso de elaboración se utilizaron barricas de segundo y tercer uso durante 13 meses de crianza. 

El uso de estas barricas tiene menor presencia de tostados, producto de las maderas que van cerrando sus poros, lo cual permite una evolución más lenta y delicada en donde se mantiene el carácter frutal de los vinos al mismo tiempo que se pulen los taninos.

Las 7.032 botellas de Achaval Ferrer Malbec Appellation Luján de Cuyo y 7.270 botellas de Achaval Ferrer Malbec Appellation Valle de Uco producidas, están disponibles en vinotecas y restaurantes.

Fuente: Club Bon Vivant