–A ver, ¿Cómo es eso?
-Claro, que estando acostumbrados a ver por nuestras avenidas marcas de otros mundos, conceptos de otros mundos y tendencias de consumos de otros mundos, podamos ver como algo natural y posible que caminemos por otras avenidas encontrando lo nuestro y con un valor similar, entonces si un restaurante peruano tiene éxito en el corazón de París, también está ayudando a abrir el camino de América del Sur.
–Bueno, la gastronomía peruana ya está muy bien posicionada a nivel mundial desde hace años, ¿Cómo llegaron a lograrlo?
-Nosotros teníamos una estrategia clara, hace más de quince años dijimos, vamos a convertir a la cocina peruana en una marca internacional, vamos a entrenarnos, vamos a fijar nuestros conceptos, vamos a poner en valor productos que no usamos, vamos a trabajar en equipos, vamos a hacer una feria que se llame Mistura, vamos a traer cocineros de afuera que se enamoren de nuestro país, tenemos una serie de productos de tradiciones y culturas que no hemos puesto en valor ante el mundo y que tenemos que diseñar una estrategia para alcanzarlo. Y finalmente se logró, hoy día la cocina peruana es una marca internacional, en todo el mundo está presente, restaurantes peruanos se abren cuatro o cinco cada día en todo el mundo. Una nueva generación de cocineros peruanos tienen reconocimientos internacionales incluso más importantes que los que pudieron haber ganado la generación anterior, entonces los resultados se están viendo, y eso implica revisar nuevamente en qué posición estamos, y claramente el gran desafío es lograr que todas las cocinas de América Latina alcancen esta presencia internacional que ha alcanzado la peruana, porque eso es importante para nosotros.

–¿Crees que las ferias gastronómicas, no sólo lo que fue Masticar o ahora Mappa en Buenos Aires o en su momento Mistura en Perú, son una buena razón para acercar a la gente desde la comida a sus raíces y tradiciones?
-Claro, cuando hicimos Mistura, nuestro sueño era que un día cercanísimo en todas las ciudades de América Latina existiera una feria que pusiera en valor sus productos, y me cuentan que esto ya está sucediendo también en Argentina. Es decir, en su momento lo fue Masticar como fuente de inspiración para ferias gastronómicas en otras ciudades importantes de Argentina, y a su vez, en otras ciudades más pequeñas cercanas a esas, y la gastronomía convirtiéndose en un punto de encuentro, de fraternidad, de celebración, de paz y de puesta en valor, en un mundo que suele ser hoy día lleno de contradicciones, de intolerancia, y de pronto encuentra en este espacio, el lugar donde saca lo mejor de uno, esto es muy importante. Y los cocineros en la medida que estemos unidos en torno a ese sueño vamos a poder ir cada día más lejos en el objetivo principal y final que es que la cocina de América Latina finalmente tenga el reconocimiento en el mundo que siempre debió tener y que por diferentes circunstancias históricas le ha sido muy difícil.
–Entonces, ¿las nuevas generaciones de cocineros latinoamericanos ya están por ese camino no?
-No hay vuelta atrás, ya no hay vuelta atrás, no hay manera de justificar a un chico joven en Buenos Aires o en alguna provincia de Argentina que diga que representa, siendo Argentino, a la cultura francesa por ejemplo, la cultura francesa representa a un francés, y que bueno que haya restaurantes franceses o italianos, porque no se trata de que no estén, se trata de que uno responda a su entorno, a su tierra, a su terruño, porque ahí está la oportunidad. Si hay varios restaurantes en la lista de 50 Best of the world, peruanos, o en los primeros quince lugares en la lista de Latin America´s 50 best, no es porque hacen discursos franceses o italianos, es porque hacen discursos peruanos y esa variedad, originalidad, ese carácter único es lo que los convierte en protagonistas de algo importante, entonces esto que nos hicieron creer que lo nuestro era de segunda categoría, ya nadie lo cree, y entonces es imposible que volvamos a regresar a ese mundo anterior, todo lo que queda es cuesta arriba.
El resultado de todo este camino, hizo que su sueño lentamente se vaya convirtiendo en realidad ya esta semana el restaurant peruano Central, de los reconocidos cocineros Virgilio Martínez y Pía León, fue declarado como el mejor del mundo por los The World 50 Best Restaurants 2023 lo que generó una gran alegría en Acurio: “Fue una noche histórica, el mejor restaurant del mundo no está en Europa, Japón o los Estados Unidos, está en Lima, Perú”. Y agregó: “la noticia fue titular de los medios más importantes del planeta, lo cual contribuirá a promover el turismo y especialmente a enviar un mensaje de fe y esperanza a nuestros jóvenes para alcanzar sus sueños. Porque serán ellos los que en los años que vengan continúen este camino iniciado hace algunos años para que los sabores del Perú y América Latina sean reconocidos en el mundo”.
